Ginebra, Suiza, es anfitriona hoy de una delegación cubana compuesta por representantes de tres organismos. Para visibilizar los atropellos cometidos contra los ciudadanos cubanos y cómo surgen acciones civiles para generar cambios positivos, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU dio audiencia a integrantes de Cuba Decide, representada por Rosa María Payá; Idabell Rosales, presidente de la Fundación Vista Larga que dedica a editar y publicar obras de escritores cubanos cuyo contenido no es autorizado por el régimen, y Alessandra Pinna de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), entre otros, .
La audiencia se proyectó en vivo por Facebook Live el 15 de mayo. Aquí se pueden escuchar y ver las ponencias en inglés y castellano de los presentes.
Uno de los documentos presentados fue la Declaración de Bogotá, que nació el mes de mayo en la ciudad que lleva su nombre, durante el Festival de Arte realizado en un país neutral para que exiliados cubanos y escritores que aun habitan en la isla pudieran llegar sin mayor presión del régimen.
Sin embargo, no todos pudieron llegar. La dictadura arrestó al escritor Ángel Santiesteban-Prats de un crimen que no cometió para impedirle acudir a la invitación . Cuando finalmente logró llegar a Bogotá, se adhirió a los firmantes de la declaración, que incluye el repudio tanto a la libertad de expresión como la libertad de movimiento, mientras invoca la solidaridad internacional con los cubanos opositores y en repudio al régimen represor.
PanAm Post se comunicó el escritor y periodista Armando Añel, uno de los emisores y firmantes y a su vez esposo de Idabell Rosales, presidente de la Fundación Vista Larga, quien entregó la Declaración de Bogotá a representantes de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos.
¿Con qué finalidad llevan la Declaración de Bogotá ante esa entidad?
El objetivo es comenzar un proceso de denuncias escalonado, que sirva de referente a la intelectualidad y el gremio cultural alrededor del mundo. Primeramente, lo hemos focalizado en el ámbito cultural porque, ya sabes, la cultura genera opinión, creatividad, y suele tener más alcance mediático. Cultura es también sensibilidad. Y en este sentido, en esta primera fase, un paso fundamental era llevarlo a Ginebra, denunciar esta evidente violación de los derechos de los artistas y escritores.
¿Cambiaron las expectativas de lograr apertura y diálogo con el nuevo gobierno?
Realmente, al menos en mi caso, esas expectativas nunca existieron. No hay que edulcorar la raíz del problema cubano, que es muy cruda: hay un grupo de personas, los Castro, su familia y allegados, sus lugartenientes, responsables del asesinato, el encarcelamiento y la tortura de miles de cubanos, del robo de cientos de miles de propiedades y de la división de millones de familias. Este grupo nunca cederá el poder por ningún método pacífico, pues sabe que en ello le va la vida, su futuro. Tiene cuentas pendientes con la justicia y son cuentas de gran calado. Por eso nunca abandonará el poder como no sea por la fuerza.
Creo que ni siquiera garantizándoles impunidad, los castristas con las manos manchadas de sangre -manos que llevan las riendas- abandonarían el poder o aceptarían una oposición funcional, legal. Por supuesto, la labor de nosotros, los opositores, los libertarios, etc., es ponérsela cada vez más difícil hasta provocar algún tipo de implosión o acción desesperada que genere a su vez una reacción en cadena liberadora, pero sin perder de vista, repito, que no hay nada sustancial que pueda ser negociado con el castrismo. El castrismo es como la tumba de Fidel Castro: un mojón de piedra.
¿Cómo ayuda a los exiliados exponer la situación a nivel internacional?
Mientras más solidaridad recabemos a nivel internacional, más dificultad tendrá el castrismo para sostenerse en el poder. Los cubanos son los principales responsables de su liberación, está claro, pero pocos países en el mundo han logrado sacarse de encima una tiranía sin alguna clase de apoyo internacional. Incluso Estados Unidos, que en el proceso de liberarse de la corona inglesa recibió donaciones hasta de los cubanos bajo dominación española.
¿Cómo ayuda a los cubanos que siguen en la isla exponer la situación a nivel internacional?
Igualmente, mientras más solidaridad recabemos a nivel internacional más dificultades encontrará el castrismo para oprimir a los cubanos. No es lo mismo esclavizar impunemente, que esclavizar frente a la desaprobación o la crítica del mundo civilizado. En el Caribe, por ejemplo, el proceso abolicionista del siglo XIX no hubiera culminado, tal vez ni siquiera comenzado, sin el referente inglés y de otros países de avanzada que veían con buenos ojos la liberación de los esclavos.