La reciente renuncia del presidente peruano PPK, a pocos días de la cumbre americana, despierta inquietudes sobre el momento en que todo sucedió, las repercusiones que podría tener en la región donde la corrupción está al orden del día y cómo y cuánto las instituciones pueden influir en el castigo y la absolución de irregularidades.
Desde el país vecino, Ecuador, PanAm Post consultó sobre este tema a Oswaldo Toscano, doctorando en historia, máster en economía política y administrador de empresas.
Toscano sostiene que la renuncia de PPK es un capítulo más del caso Odebrecht. La corrupción destapada a raíz de las denuncias de funcionarios en los tribunales estadounidenses pusieron sobre la mesa una realidad latente en Latinoamérica.
Corrupción endémica al estatismo
De acuerdo con el experto, más que estar acostumbrados a la corrupción, y por ende a que suceda y no solo que no cuestione, sino que no se castigue, “esta es el síntoma, la enfermedad se llama estatismo”.
Es decir, entre mayor sea la influencia del Estado en todas las esferas de la sociedad, tanto en el sector público como privado, mayor será su alcance y su intromisión.
Explica que los altos precios de las materias primas llevaron al poder a partidos altamente intervencionistas y los enormes presupuestos para obras públicas crearon un ambiente propicio para la corrupción.
En el caso de Perú, esto se ha reflejado en varios expresidentes que están siendo juzgados por la justicia de ese país. Incluso Odebrecht ha dicho que apoyó las campañas de Toledo, Humala, García, Keiko Fujimori, y por lo visto también a PPK.
Además, Toscano recordó que PPK indultó a Alberto Fujimori e indicó que hay grandes sospechas de que lo hizo para evitar que la bancada fujimorista apoyará la moción de cesarlo la primera vez.
Por ello insiste en que “esta ola de noticias sobre corrupción seguirá mucho tiempo y se seguirá reproduciendo mientras no ataquemos el problema de fondo: el estatismo y el sistema de valores de nuestras sociedades”.
Tanto es así que en el caso de Ecuador enfatiza cómo los escándalos sobre la gestión de Correa no comenzaron hasta que el presupuesto del Estado bajó, debido, principalmente, a la caída del precio del barril del petróleo, que hasta ese momento mantuvo a Ecuador y Venezuela, y por ende a Cuba, a flote con sus Estados agigantados.
Instituciones políticas y económicas
Toscano plantea que las instituciones políticas y económicas determinan las reglas de juego bajo las cuales los agentes económicos interactúan, y que la calidad de estas instituciones permite la función empresarial eficiente.
Explica que eso genera menos incentivos para producir e invertir más, que se traduce en menos riqueza y, a su vez, en menos posibilidades de resolver la pobreza.
Lo mismo aplica para la separación de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), los límites constitucionales, el respeto a la propiedad privada, etc., que forman un sistema positivo para la creación de riqueza.
“En el caso de Perú, existe desde hace algunos años, específicamente desde el primer Gobierno de Fujimori, una línea que con altibajos ha permitido crear y mantener instituciones de libre mercado”, asegura el experto.
Agrega que “lo que acaba de suceder, independiente de la culpabilidad o no del expresidente, demuestra que las instituciones funcionan”.
Mientras que, “en el caso de Ecuador hace una década que todas las instituciones fueron alineadas al proyecto político llamado socialismo del siglo XXI”. Responden a los intereses de un partido político que sigue en el poder, así se haya dado un cambio en el estilo, es el mismo proyecto político y la institucionalidad responde a su proyecto.
Vicepresidente ecuatoriano detenido
Ya que “igual que en la década del presidente Correa la justicia hoy se usa como medio de persecución”.
En el caso del ahora exvicepresidente Glas, detenido durante el Gobierno del primer vicepresidente de Correa y ahora presidente del Ecuador, Lenin Moreno, existen muchos vacíos.
Plantea que Moreno fue asesorado por Durán Barba, quien ha influido en la política de la región por muchos años, y que la detención de Glas, y por tanto su remoción, fue útil para lograr mayor gobernabilidad, pues Glas era funcional a Correa.
“No se trata de dirimir si Glas es culpable o inocente en los medios. En un país con instituciones sólidas eso lo debería hacer la justicia y no quedar dudas de que se ha actuado amparado por la ley”, afirma Toscano.
Concluye que aunque en Ecuador cambió el mando, no se modificó el proyecto político. Como evidencia de ello, la semana entrante el Gobierno va a presentar el plan económico que hasta el momento anticipa el aumento de los aranceles a 375 partidas importadas; dicho por el propio ministro de Agricultura.