Luego del primer año del Gobierno del presidente de los EE. UU. Donald Trump, la encuestadora encabezada por Lord Ashcroft —exlíder del partido conservador británico, dueño de una de las mayores fortunas del Reino Unido y ahora exiliado impositivo— condujo una serie de estudios sobre las actitudes de los votantes de los EE. UU.; tanto de simpatizantes como detractores del presidente. Oscilan desde opiniones sobre el supuesto vínculo con Rusia hasta la opinión internacional del mandatario y cómo y cuánto influye la prensa sobre la información difundida.
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En palabras de Ashcroft: “A pesar de la tormenta perpetua que rodea a Trump, la gran mayoría de los que votaron por él siguen contentos con su decisión. Aquellos que lo eligieron positivamente, en lugar de hacerlo por considerarlo el menor de los dos males, están especialmente seguros de haber tomado la decisión correcta”.
Demostró que en este último año quienes apoyaban al presidente lo siguen haciendo, así como quienes no solo no le apoyaban sino que le despreciaban también lo siguen haciendo. De tal modo que la división social presente se ha agravado.
Uno de los focos del estudio fue el estado de Wisconsin que ha votado históricamente por el partido demócrata y en estas elecciones colaboró al triunfo de Trump, el otro fue la ciudad de Las Vegas, Nevada, un lugar diverso. Así lo relatan Ashcroft y su equipo a través de su podcast.
En total, 13500 personas colaboraron con la encuesta. Una de las mediciones involucró denominar qué palabras asociaban con el mandatario. Entre sus simpatizantes las palabras más comunes para describir al mandatario fueron: honesto, genial, americano, EE. UU., líder, bueno, fuerte, etc. En cambio sus detractores, predominantemente demócratas, las palabras destacadas eran de repudio: ignorante, peligroso, mentiroso, estúpido, incompetente, loco, horrible, narcisista, racista, etc.
De acuerdo a un artículo que publicó Ashcroft la semana pasada sobre el respaldo de los simpatizantes de Trump, tras el primer aniversario de la gestión, “es sorprendente lo positivos que siguen siendo los votantes del presidente hacia él… Le otorgan altas calificaciones en todos los aspectos del trabajo, especialmente “tener una idea clara de lo que quiere lograr”, “liderar el ejército estadounidense”, “tomar las decisiones correctas incluso cuando son impopulares” y “comprende al ciudadano promedio”.
Otro ángulo de la encuesta fue el uso de redes sociales. Más de la mitad de los votantes en general, y casi nueve de cada diez de los que votaron por Clinton, están de acuerdo en que los tweets del presidente “A menudo son incendiarios o embarazosos, y debe dejar de tuitear”. Mientras que menos de un cuarto de los votantes de Trump comparten esa opinión y dos tercios piensan que sus tweets “Le permiten comunicarse directamente con la gente sin ser filtrados por los medios, y debe continuar tuiteando”.
Paralelamente, de acuerdo al estudio, esto refleja una desconfianza generalizada en la credibilidad de las noticias reportadas por los medios masivos de comunicación. Ya que prefieren obtener la noticia de la fuente, sin filtro y sobre todo sin propaganda. Sin embargo, muchos partidarios de Trump en los grupos encuestados dijeron que a veces les gustaría que Trump elija sus palabras con más cuidado.
En cuanto a la situación con Rusia y la investigación sobre sus supuestos con el equipo Trump , cuatro de cada diez estadounidenses en general —y casi ocho de cada diez de los que votaron por Clinton— piensan que su campaña “coludió con Rusia para influir en las elecciones, y Donald Trump estaba al tanto” . Asimismo, alrededor de 2 de cada 3 de los que votaron por el presidente creen que Rusia intentó influir en las elecciones, pero no hubo un acuerdo con la campaña de Trump y la mayoría del resto no cree que Rusia haya interferido en las elecciones en absoluto.
Por último, fuera del escenario local, la encuesta preguntó a los participantes cómo creen que el resto del mundo ve a Trump. Más de la mitad de nuestra muestra, y nueve de cada diez de los que votaron por Clinton, piensan que Trump tiene una reputación generalmente negativa en todo el mundo, y que esto es negativo para Estados Unidos.
En esta pregunta no hubo respuestas polarizantes entre los simpatizantes de Trump (tampoco en la población general). Lo cual da indicios de cómo el mandatario apeló a su campaña local y como tal la mayoría de sus adeptos le respaldan por ello, no así por el alcance mundial de su trabajo.
Cabe resaltar que su consigna de campaña fue “Make America Great Again” (Hacer que EE. UU. sea grandioso de nuevo, con lo cual su percepción internacional no es —al parecer— relevante para sus simpatizantes. Tanto es así que menos de la mitad creen que tiene una opinión favorable fuera del país y 36 % cree que tiene una reputación generalmente negativa, sin embargo no les importa.
En resumen, el estudio muestra cómo las redes sociales ofrecen un contacto directo con el mandatario sin el sesgo de los medios; un hecho que incomoda a sus detractores, ya que su frontalidad —con frecuencia sin tapujos— resulta tan embarazoso como ofensivo. Esta dicotomía se refleja en todos los ámbitos, ya que quienes apoyaban inicialmente al mandatario lo siguen haciendo con la misma intensidad, así como quienes no le repudian de la misma manera. La división inicial sigue en pie, de la mano de una sociedad que se sostiene por un sistema político bipartidista.