Roberto Juan de Dios Ortiz Blanco, teniente que estaba a cargo de la custodia de la medalla y banda presidencial de Bolivia, fue enviado a la cárcel por no custodiar debidamente los dos símbolos históricos de la nación que fueron robados tras haber sido dejados en un auto a las afueras de un prostíbulo en la ciudad de El Alto.
En una audiencia cautelar en la ciudad vecina de La Paz, el juez Lucio Flores determinó que el teniente debía ser detenido de manera preventiva en la cárcel de San Pedro, y acusado por incumplimiento de deberes, abandono de funciones, peculado culposo y concurso ideal de delitos.
A Ortiz le fue delegada la responsabilidad de los emblemas y era quien debía encargarse de sus traslados; sin embargo, luego de perder el vuelo que lo llevaría hasta la ciudad central de Cochabamba donde debía entregar los símbolos, el uniformado decidió pasarse por una zona de prostíbulos cerca del aeropuerto, mientras esperaba el siguiente vuelo.
Otro aspecto inusual en el caso, es que según el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (F.E.L.C.C.), Johnny Aguilera, el teniente Ortiz permaneció con los emblemas desde antes del 16 de julio hasta la noche del 7 de agosto, lo que va en contra de los protocolos, ya que tras cada actividad oficial los símbolos deberían ser devueltos al Banco Central.
La falta de control respecto al manejo de los símbolos presidenciales llevó a las Fuerzas Armadas a decidir dar de baja definitiva al jefe de la Casa Militar, general Alberto Mansilla Pozo,”en cumplimiento a las leyes, reglamentos y normativa militar actual en vigencia”.
Según explicó el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas bolivianas, Yamil Borda Sosa, la joya fue entregada a los militares para su custodia el pasado 12 de julio, y para sacar la medalla se debía seguir una serie de protocolos en las que están establecidas también una línea de responsabilidades.
Para sacar la joya se debe fimar un documento que luego es entregado al Banco Central. “Quien firma se hace responsable también y en este caso, es el jefe de la Casa Militar”, dijo Borda.
Tanto Mansilla como su subordinado Ortiz, ahora se deberán enfrentar a las sanciones por la falta de seguridad y control de los emblemas; sin embargo, la oposición afirma que esto es insuficiente.
Según el diputado opositor Wilson Santamaría, el Gobierno está buscando salir “de este mal momento” castigando a solo dos personas cuando son evidentes “los pésimos controles que hace la seguridad del Estado, sus objetos y su historia”.
Para la oposición la investigación debería llegar a la cadena superior de mando y a los ministros del gabinete, quienes también debieron ser responsables del control de los emblemas.
Exigen “reestructurar” seguridad del Estado
El incidente podría ser considerado como una alerta al control de seguridad que maneja el Estado, es por esto que la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) exigió al presidente Evo Morales que inicie una etapa de evaluación de las Fuerzas Armadas y de los ministros, y se realice un cambio en la seguridad del Estado.
“Una seguridad debería ser implacable (…). Estamos muy preocupados”, manifestó el ejecutivo de la CSUTCB, jacinto Herrera.
Por su parte, opositores como Samuel Doria Medina y el senador Óscar Ortiz resaltaron que todo esto se debe a un proceso de descomposición del Gobierno.
“Es la consecuencia de la política del ‘métanle nomás’ mediante la cual el presidente da el mal ejemplo de que las normas no importan, de que pueden hacer lo que quieren, y después los abogados (el abuso de poder) lo arreglan”, señaló Ortiz.
Lo ocurrido es una muestra de la “decadencia del régimen, y permite ver cómo manejan los asuntos. Si no renuncia el ministro de la Presidencia, quiere decir que el responsable directo de todo el evento bochornoso de la Medalla de Bolívar es el presidente Evo Morales”, aseveró.