Este miércoles 11 de julio, Estados Unidos reveló que ya ha sancionado a dos decenas de funcionarios nicaragüenses involucrados en violaciones de derechos humanos y actos de corrupción, y aseguró que está dispuesto a incrementar esa cifra.
“Hemos revocado 21 visados a funcionarios gubernamentales o a funcionarios que han sido responsables de este tipo de cosas”, informó el subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Kenneth Merten durante una audiencia en el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
Por las leyes de confidencialidad del país norteamericano, Merten recordó que no puede identificar a los sancionados; sin embargo, el departamento de Estado ya había indicado que los sancionados son miembros de la Policía Nacional, así como de gobiernos municipales y del Ministerio de Salud que “dirigen o supervisan la violencia contra quienes ejercen su derecho de reunión pacífica y libertad de expresión”.
La revocación de visas se suma a la aplicación de la Ley Magnitsky en que otros tres miembro de la élite del régimen de Daniel Ortega se han visto afectados por sanciones estadounidenses.
En este último caso, los nombres de los sancionados si fueron revelados por la administración de Trump: Francisco Díaz, la cabeza de la Policía Nacional; Fidel Moreno Briones, secretario general de la Alcaldía de Managua; y Francisco López Centeno, tesorero del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y vicepresidente de Albanisa, la empresa creada para hacer negocios petroleros con Venezuela.
EE.UU. dispuesto a hacer más
Durante la audiencia, Merten aclaró que además de las sanciones que ya se han aplicado, “hay una posibilidad” de que la administración Trump realice más acciones de este tipo, con lo que concordaron congresista Albio Sires y el presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, Ed Royce.
“Debemos hacer más para apoyar al pueblo de Nicaragua”, dijo Royce.
Aumenta la cifra de muertos a 351
Este mismo miércoles 11 de julio, la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) informó que las cifras de las víctimas de la represión ha aumentado.
Según el registro el número de fallecidos aumentó a 351, de los cuales 289 murieron por armas de fuego, 10 quemados y 2 descuartizados.
Asimismo, el informe destacó que del número de fallecidos, 306 eran civiles, 28 parapolicías y 16 policías.
La ANPDH también señaló que durante la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua se ha denunciado la desaparión de 329 personas, de las cuales 68 ya han sido rescatadas, pero con señales de tortura.
351 personas han muerto en Nicaragua durante 83 días. Managua, con 162 fallecidos, ha sido el punto más sangriento y Masaya con 35, según la ANPDH. #SOSNicaragua
— Leslie Ramos (@leslieramosc) July 11, 2018