La Organización de Estados Americanos (OEA) anunció el pasado jueves 31 de mayo que llegó a un acuerdo con el Gobierno de Nicaragua y consiguió que Roberto Rivas Reyes renunciara a su cargo como presidente del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua (CSE). Pero más que aplausos, el organismo internacional ha desatado las críticas de la oposción.
De acuerdo a la OEA, la renuncia de Rivas se produce como parte de una reforma del sistema electoral que, supuestamente, ofrecerá la garantía “de elecciones libres, justas, democráticas y transparentes” exgida por el pueblo nicaragüense durante la ola de protestas antigubernamentales que ha cobrado la vida de un centenar de personas.
“Es una señal hacia la recomposición de la confianza y la armonía democrática en el país”, manifestó la OEA. Sin embargo, el miembro de la Comisión Ejecutiva del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), Henry Pérez, explicó que con este anuncio la OEA está “totalmente descontextuada” con lo que ocurre en el país y que solo está “oxigenando” al régimen.
“A partir del 19 de abril hubo un quiebre porque Nicaragua tomó conciencia de la necesidad de alcanzar justicia y democracia producto de los crímenes cometidos por este Gobierno (…) y venir a hablar de un proceso de entendimiento es una verdadera trampa” dijo a PanAm Post.
Pérez resaltó que la propia Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que es uno de los órganos de la OEA, confirmó mediante un informe preliminar las graves violaciones de los derechos humanos cometidos por el régimen y ahora incluso ha advertido que la situación es peor, por lo que resulta “realmente sospechoso” que ahora la OEA decida hacer comunicados conjuntos con el Gobierno.
La OEA, un organismo “ambiguo y tardío”
“¿Por qué frente a Venezuela la actitud es de denuncias y con el Gobierno de Daniel Ortega es de hacer alianzas (…) con un gobierno que mata, hiere, desaparece?”, cuestionó el miembro de la MRS.
Para Pérez no es la primera vez que la OEA ha actuado “de alguna manera cómplice” con el Gobierno. El organismo fue el observador de las elecciones del año 2016 y del 2017, elecciones que “estuvieron marcadas por el fraude” .
“Que ahorita (la OEA) venga decir que tiene algún significado la renuncia de Rivas no tiene ningún valor”, sobretodo despues de haber avalado los procesos electorales, a pesar de todas las irregularidades que ellos mismos incluso reconocieron, dijo.
José Antonio Peraza, politólogo y director del Movimiento por Nicaragua coincidió con Pérez en que hasta ahora la OEA está jugando un papel oxigenador para el gobierno de Nicaragua, porque “condena a los muertos pero no al régimen que está matando a la gente”.
Renuncia de Rivas, “un efecto propagandístico”
El experto en política explicó a PanAm Post que la renuncia del antes presidente del CSE no es más que un “efecto propagandístico y mediático” para decir que hay avances por parte del Gobierno, aún cuando esto en realidad no tenga ninguna trascendencia actual.
“Quizás hace dos meses, cuando se discutía cuáles iban a ser los procedimientos para la reforma electoral”, hubiese tenido trascendencia, pero ahora no representa ningún avance en la resolución de la crisis de Nicaragua.
“El gobierno solo esta tratando de utilizar su relación con la OEA para darle largas al proceso de diálogo”, dijo.
De acuerdo a los expertos la credibilidad ahora de la OEA es “prácticamente nula”, por lo que este acuerdo no servirá para frenar ola de protestas que se lleva a cabo desde el pasado 18 de abril ni los bloqueos de calles que realizan los manifestantes como otro método de presión.