Guatemala decidió en un referendo llevar ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya el diferendo territorial que tiene con Belice desde hace más de 150 años, por una zona de más de 11.000 kilómetros cuadrados (la mitad del territorio de Belice).
A pesar de que hubo una abstención de 76% en la consulta popular que se llevó en ese país el pasado domingo 15 de abril, la “fiesta cívica” superó las expectativas tras conseguir que una mayoría del 95% votara a favor de que el litigio territorial, marítimo e insular con Belice fuese llevado a La Haya.
“Me siento sumamente complacido porque el pueblo de Guatemala optó por una solución pacífica y democrática para solucionar un conflicto de 200 años de existencia”, manifestó el presidente de Guatemala, Jimmy Morales.
Sin embargo, el proceso ni siquiera está por empezar; ahora se debe esperar a que Belice también realice una votación para que su población decida si está o no de acuerdo con que el conflicto limítrofe sea resuelto en la corte internacional, ya que por un acuerdo firmado en 2008, ambos países establecieron que las dos naciones debían realizar una consulta popular como requisito para llevar el reclamo al órgano judicial de las Naciones Unidas.
Alexis Rosado, embajador de Belice en Guatemala, comentó que su país tiene pensado realizar la consulta a finales de este año 2018 y solo entonces se podría tener realmente la certeza de si el caso será o no discutido en la CIJ: de ganar el “no” en Belice, Guatemala tendría que buscar otro mecanismo legal para resolver el conflicto; y de ganar el “sí”, el caso podría tardar unos 25 años antes de que se llegue a una solución definitiva, según el analista independiente Héctor Rosada.
Más que territorio se busca una frontera delimitada
Actualmente ambos países solo están divididos por una llamada “línea imaginaria” y muchos campesinos guatemaltecos ingresan ilegalmente al territorio del país vecino a cultivar en tierras protegidas por ser mucho más fértiles; los campesinos alegan poder hacerlo por no existir una frontera física delimitada, lo que ha desatado violencia en la zona.
De acuerdo con el diario El Mundo, desde 1999 ya se han registrado 10 asesinatos de guatemaltecos por parte del Ejército beliceño, habiendo sido el último en el año 2016, cuando soldados asesinaron a un menor guatemalteco de 13 años.
Guatemala ha asegurado que le pertenecen unos 12.272 kilómetros cuadrados del territorio de Belice; aunque el mismo vicepresidente del país, Jafeth Cabrera, afirmó que ya ese territorio no se va a recuperar, indicó que se “debe exigir una línea divisoria en la zona de adyacencia”.
“Lo que los guatemaltecos pueden esperar de un fallo de la CIJ sería una expectativa de paz en la zona. De liberación de tensiones y de crear condiciones para que, en un futuro relativamente mediato, exista una cooperación más intensa entre Belice y Guatemala”, Edgar Celada, director de la revista Análisis de la Realidad Nacional del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ipnusac) al diario El País.