El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) anunció que suspendió las importaciones de carne vacuna brasileña a raíz de “recurrentes preocupaciones sobre la seguridad de los productos”. De acuerdo con el comunicado emitido por el USDA, la prohibición permanecerá hasta que Brasil tomen medidas correctivas satisfactorias.
“Aunque el comercio internacional es una parte importante de lo que hacemos en el USDA, y Brasil es desde hace tiempo uno de nuestros socios, mi prioridad es proteger a los consumidores estadounidenses”, manifestó Sonny Perdue, secretario de Agricultura de Estados Unidos. “Eso es lo que hemos hecho al suspender la importación de carne vacuna fresca de Brasil”.
El país norteamericano suspendió la importación de cinco plantas de envasado de carne, entre las que se encuentran: Marfrig Global Foods SA, JBS S. A. y Minerva S. A.
Para Brasil, el país norteamericano representa solo una pequeña parte del total de ventas de la carne. De hecho, EE. UU. solo estaba comprando el 2 % de los envíos del país desde principios de año hasta el pasado mes de mayo. Sin embargo, el ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, advierte que “Brasil puede perder mucho si no consigue revertir esa decisión”.
“En el corto plazo, la representatividad de las compras de Estados Unidos no es tan fuerte, pero la señalización es muy importante porque pasa la imagen para otros compradores internacionales de que hay problemas. Eso no es nada positivo”, explicó por su parte el analista de la consultora MBAgro, César de Castro Alves.
Países como México, Uruguay, China, Chile, Corea del Sur y Hong Kong también han suspendido la importación de carne brasileña tras el escándalo de la venta de carne podrida y alimentos adulterados.
Fuentes: Río Negro, T13, Estrategia y negocios.