El pasado jueves 20 de abril, el movimiento opositor cubano Damas de Blanco denunció en Miami (EE. UU.), el aumento de represiones contra disidentes.
“Alertamos a la comunidad internacional para que le advierta al régimen castrista de que cese la represión en Cuba”, denunció la Dama de Blanco María Elena Alpízar.
Para la organización, la represión se ha agudizado desde el deshielo con Estados Unidos, indiciado en diciembre de 2014.
“Después del deshielo del expresidente Barack Obama […] se ha recrudecido la represión contra nosotras”, continuó Alpízar.
“Le entregamos un informe [a la OEA] con todas las violaciones a los derechos humanos que se han cometido en estos 95 domingos de represión. Desde que Barack Obama inició su acercamiento con la tiranía las Damas de Blanco han sido reprimidas cada fin de semana”, informó.
Por otra parte, Leticia Ramos Herrería, miembro del grupo que radica en Cuba, le pidió a la comunidad internacional que vuelvan a ocuparse de la isla.
“Vuelquen sus miradas hacia Cuba. Es muy duro lo que está sucediendo en la isla […] Tenemos Damas de Blanco en prisión, trasladadas a centros penitenciarios en otras provincias. Nuestros hijos están siendo apresados para debilitar al Movimiento. Es muy fuerte lo que está sucediendo en Cuba, desgraciadamente”, comentó.
Las Damas de Blanco también explicaron que el gobierno de cuba busca “destruir” a la organización.
“Altos rangos del régimen nos han hecho saber en las detenciones que las Damas de Blanco ya dejan de existir, que no podemos seguir en las calles cubanas, que demos por terminada” a la organización, dijo Ramos.
Sin embargo, la organización explicó que a pesar de las represiones por parte del régimen cubano, continuarán en las calles y no cesará la exigencia de “libertad para los presos políticos y del pueblo cubano”.
“Que le quede muy claro al régimen que estamos dispuestas [las Damas de Blanco] a ir a la cárcel si es necesario, porque no vamos a dejar nuestra lucha ni a desistir de ella […] Vamos a seguir, pase lo que pase”, insistió Ramos.
Fuentes: Cubanet; El Nuevo Herald.