Un grupo de 64 migrantes cubanos que permanecen detenidos en un campamento militar improvisado en Panamá se declararon en huelga de hambre.
Los cubanos fueron retenidos el pasado 13 de enero tras la eliminación de la política estadounidense de “pies secos-pies mojados” que le permitía a los cubanos que lograran llegar al país norteamericano, sin ser interceptados, para recibir la residencia.
Los migrantes decidieron que como parte de la protesta, también pernoctarían fuera de las tiendas de campañas que ha dispuesto para ellos el Servicio Nacional de Fronteras (SENFRON), para exigir su traslado a uno de los campamentos de la ciudad Capital perteneciente a la Pastoral Social Cáritas de la Iglesia católica, habilitado para atender a los cubanos.
“Nosotros no queremos que nos deporten, sino que nos dejen llegar hasta la ciudad Capital para estar en uno de los albergues que tiene Cáritas y después analizar nuestra situación migratoria”, expresó Juan Ernesto Bandera, uno de los cubanos en huelga de hambre.
Banderas también denunció que tres de los migrantes en huelga sufren padecimientos crónicos: uno tiene diabetes, otro epilepsia y otro tiene solo un riñón.
Vale destacar que, cuatro de los 71 cubanos detenidos, no se sumaron a la huelga, y expresaron su deseo de regresar a la isla caribeña; otro de ellos, quiere regresar a Colombia, país desde el que ingresó a Panamá.
A principios de este mes de marzo, el Servicio Nacional de Migración de Panamá (SNM) firmó en Cuba un memorando de entendimiento que prevé la deportación de migrantes cubanos en condición irregular en Panamá.
Solo en 2016, Panamá recibió más de 27.000 migrantes irregulares, muchos de ellos cubanos, que entraron por la selva del Darién, frontera natural con Colombia, en su tránsito hacia EE.UU.
Fuentes: Cubanet; La Estrella; Martí Noticias; Telemetro.