El pasado viernes 17 de marzo el presidente estadounidense Donald Trump, recibió en la Casa Blanca a la canciller alemana Angela Merkel. Ambos se reunieron para abordar sus diferencias respecto a la OTAN, Rusia y el comercio internacional, entre otros temas.
En la jornada se evidenciaron las diferencias entre ambos líderes. De hecho, durante la reunión Trump rechazó un apretón de manos con Merkel, el cual fue sugerido por los periodistas. Ante el insistente grito de los fotógrafos por el gesto, Merkel le preguntó al mandatario estadounidense si quería que se dieran la mano, sin embargo, Trump se limitó a hacer una mueca, sin siquiera mirarla.
Merkel y Trump ofrecieron una conferencia de prensa en la que demostraron que las diferencias van desde puntos como las políticas migratorias del presidente norteamericano, hasta temas como el comercio internacional y el acuerdo nuclear con Irán.
“No creo en políticas aislacionistas. Creo que una política comercial debe ser justa. Y Estados Unidos ha sido tratado de forma muy, muy injusta por varios países y eso debe terminarse. Pero no soy un aislacionista”, comentó Merkel.
Por su parte, el mandatario republicano explicó que defiende “un comercio libre”, pero añadió: “nuestro comercio libre nos ha conducido a un montón de cosas malas”, como un pesado déficit comercial y la “acumulación de deudas”.
A pesar de las diferencias, Trump anunció que se reafirmó el compromiso de Washington con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero pidió que los países del bloque “paguen lo que deben” a Estados Unidos y actualicen sus aportes financieros a la alianza militar.
Fuentes: El Huffington Post; Efe; El Universo.