El pasado lunes 6 de marzo, la cancillería de Chile convocó a los embajadores de Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela para presentar un reclamo formal por el respaldo de sus naciones a través del ALBA-TCP, a la causa marítima boliviana.
“Reiteramos nuestra solidaridad con el justo e histórico reclamo del Estado Plurinacional de Bolivia, sobre su derecho a una salida al mar con soberanía”, indicaron los miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Asimismo, en el documento del bloque indicaron que reiteran “el llamado hecho en febrero de 2013 a los gobernantes y pueblos de Chile y Bolivia, para que de forma pacífica y a través del diálogo y la negociación, se encuentre una solución satisfactoria”.
Ante dicho documento, Chile manifestó su extrañeza por el pronunciamiento de la ALBA y se les recordó que pese a que los países de dicho bloque mantienen causas en La Haya, Chile no ha emitido opiniones al respecto y se les pidió transmitir el malestar a sus respectivas cancillerías y gobiernos.
Asimismo, convocó a los embajadores por separado y transmitió que la aspiración marítima boliviana se trata de un asunto bilateral, que se encuentra en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores detalló a Publimetro que este tipo de reuniones son un mecanismo común en diplomacia y no significan un quiebre entre países.
Tras las acciones de Chile, el ministro de la Presidencia de Bolivia, René Martínez manifestó: “entendemos que hay desesperación de las autoridades chilenas en este tema, están con una sensibilidad y preocupación sobre todo al interior de Chile”.
De acuerdo con Martínez, la reacción de La Moneda “ratifica la solvencia jurídica de antecedentes históricos y razones jurídicas” en la demanda marítima boliviana presentada ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Fuentes: El Deber; Publimetro; T13;