El expresidente peruano Alan García declaró ante la Fiscalía como testigo en uno de los casos de la compañía brasileña Odebrecht, pero negó haber cometido actos de corrupción durante su gestión.
“Le puedo garantizar, no tenía ningún conocimiento y no tengo nada que ver con eso, de manera que a mí no me metan en la pandilla de los expresidentes”, reclamó.
El comentario del expresidente se dio en alusión a los exmandatarios Alberto Fujimori y Alejandro Toledo, ambos acusados por estar implicados en el escándalo de la compañía brasileña.
Alberto Fujimori (1990-2000), ya se encuentra en prisión por distintos delitos de violación a los derechos humanos y cargos de “peculado doloso, apropiación de fondos y falsedad ideológica en agravio del Estado”.
Alejandro Toledo (2001-2006), acusado por haber recibido coimas de USD $20 millones por parte de Odebrecht para ganar la licitación y construir la carretera Interoceánica, de los cuales USD $11 millones habrían estado dirigidos a Maiman.
“[Con la comparecencia] cumplo así mi deber como expresidente y ciudadano ante cualquier tema y convocatoria legal a las que siempre asistiré para que todo funcionario corrupto sea sancionado. Ajeno a sobornos y coimas, creo que la única riqueza para un político es el honor de servir al pueblo y representar a la nación”, aseveró García en un comunicado.
García se encontraba en España y aterrizó el pasado jueves 16 de febrero en Lima, para responder ante la Fiscalía sobre las presuntas irregularidades en la licitación de la construcción del Gasoducto Sur Peruano abiertas contra la ex primera dama Nadine Heredia, esposa del expresidente Ollanta Humala (2011-2016).
Fuentes: El Comercio; Los Tiempos.