El pasado viernes 3 de febrero, el juez federal James Robart, bloqueó temporalmente la orden ejecutiva del presidente estadounidense, Donald Trump, en la que se suspendía la llegada de refugiados de 7 países musulmanes al país norteamericano.
El bloqueo del decreto antirefugiados se emitió en respuesta a una demanda presentada en el estado de Washington, por el fiscal general Bob Ferguson.
- Lea más: Diplomáticos protestan ante Trump: “Prohibición migratoria no protegerá a EE.UU. de terroristas”
La suspensión que fue dictada pese a los argumentos del abogado del Gobierno Trump, que dicen que los estados no tienen la autoridad de desafiar la orden ejecutiva de Trump, se mantendrá hasta que el juez tome una decisión definitiva sobre la legalidad de la orden o hasta que una instancia judicial superior decida levantarla.
“Hoy prevaleció la Constitución”, expresó Ferguson. “Nadie está por encima de la ley, ni siquiera el presidente”.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Justicia de los EE. UU., Nicole A. Navas, comentó que están esperando revisar la orden escrita del tribunal para determinar los pasos a seguir, ya que el Gobierno puede apelar el veredicto.
Como generalmente lo hace, Trump lanzó un mensaje en su cuenta de Twitter tras el fallo del juez: “Tenemos que mantener al ‘diablo’ alejado de nuestro país!”. Adicionó que es un gran problema que un país no pueda decidir quién entra y quién sale:
When a country is no longer able to say who can, and who cannot , come in & out, especially for reasons of safety &.security – big trouble!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 4, 2017
También afirmó que la orden emitida por “el supuesto juez” será anulada:
The opinion of this so-called judge, which essentially takes law-enforcement away from our country, is ridiculous and will be overturned!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 4, 2017
Por ahora, tanto la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) de los Estados Unidos como la agencia federal encargada de la inmigración, informaron a las aerolíneas que los visados de ciudadanos de los países afectados por el decreto, vuelven a ser válidos y que deben aceptar a esos pasajeros en sus vuelos.
La medida de Trump no permitía acoger a refugiados durante 120 días para examinar los mecanismos de aceptación y asegurarse de que radicales no pisan territorio estadounidense. En principio, los países afectados eran: Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán.