
El pasado domingo 22 de enero, el presidente de Bolivia, Evo Morales, presentó su informe anual ante la Asamblea Legislativa Plurinacional, y aseguró que su administración ha sido la mejor del país.
El mandatario comparó los resultados de sus 11 años en el poder con los 180 de la era republicana.
“Lo que no hicieron en 180 años hicimos en 11 años (2006- 2007)”, afirmó Morales.
Para el jefe de Estado, la economía nacional en 180 años “estaba descuartizada” por los monopolios extranjeros y las transnacionales.
Durante cuatro horas y 20 minutos Morales resaltó su gestión sobre el resto de las gestiones pasadas, usando cuadros comparativos.
Sin embargo, el presidente boliviano reconoció que aún hay trabajo por hacer, e identificó la “microcorrupción” y los conflictos en la justicia, como dos de los problemas que aún afectan al país.
“En 180 años (desde la creación de Bolivia), el promedio de duración de los presidentes en el gobierno fue de dos años”, indicó el mandatario que busca ser reelegido para las elecciones del 2019.
Evo Morales asumió su primer mandato el 22 de enero de 2006, luego de imponerse en las elecciones generales de 2005 con el 54 % de los votos, mientras ganó el referéndum revocatorio (2008) y dos reelecciones (2009 y 2014) con más del 60 %o de los sufragios, y ha sido el gobierno continuo más longevo de la historia boliviana. Ahora, los colaboradores de Morales exploran cuatro alternativas legales para lograr una reforma del artículo constitucional que por el momento prohíbe que Morales vuelva a postularse.
Todo esto, a pesar de que el pasado mes de febrero, los ciudadanos bolivianos rechazaron que se realizara una reforma constitucional que permitiera la reelección del actual mandatario.