El sucesor de la Casa Blanca, Donald Trump, anunció que en su primer día en la oficina oval ordenará al departamento de Trabajo investigar los “abusos de los programas de visa, que recortan los empleos para los estadounidenses”.
Trump ya había advertido durante su campaña, que esta investigación se llevaría a cabo si llegaba a ser presidente.
La promesa de Trump que va de la mano junto con la expulsión de los millones de inmigrantes en situación irregular en el país y la aplicación de mano dura contra la inmigración.
“Son trabajadores temporales importados del extranjero con la finalidad explícita de sustituir a los trabajadores estadounidenses a un costo menor […] Acabaré para siempre el uso de las (visas) H1B como programa de mano de obra barata e instauraré el requisito de contratar primero a los estadounidenses”, aseveró el magnate republicano.
La promesa de Trump ha generado esperanza en aquellos que se han visto afectados por el programa de visas.
Bizhan Tabatabian, ingeniero de sistemas, de 48 años, de la Universidad de California en San Francisco, confiesa que a pesar de no haber votado por Trump, espera que la promesa de la investigación del programa de visas realmente se lleve a cabo.
“No me tiene que caer bien para reconocer una buena decisión”, dijo.
Tabatabian junto a otros 100 de sus colegas se quedarán sin trabajo en febrero, en momentos que la universidad toma medidas para reducir sus costos enviando esos empleos al extranjero o subcontratando.
El programa de visas H-1B entrega permisos de trabajo a unos 85.000 extranjeros al año que tienen “conocimientos altamente especializados”.
Sin embargo, profesionales estadounidenses son despedidos para obtener mano de obra mucho más económica, lo cual deja sin empleo a muchos estadounidenses.
Organizaciones como Facebook y entidades empresariales como Bank of America y Caterpillar han argumentado desde hace mucho, que el límite anual de 85.000 personas es muy poco y que necesitan traer a más técnicos ya que supuestamente, no pueden encontrar suficientes estadounidenses calificados.
Fuentes: El Nuevo Herald.