El sucesor de la Casa Blanca, Donald Trump, ordenó el pasado viernes 6 de enero la renuncia de todos los embajadores de Estados Unidos designados por el Gobierno de Barack Obama, ante de que comience su administración.
El anuncio que fue realizado por el equipo de transición de magnate republicano. En él se indica que solo quedarán exentos los embajadores de carrera que formen parte del cuerpo diplomático del Departamento de Estado.
“Algunos de los embajadores están corriendo, pensaban que iban a poder continuar algún tiempo en sus puestos. Pero se han resignado y están buscando rápidamente como mudarse, encontrar casa y escuela para los chicos”, comentó un funcionario anónimo del Departamento de Estado.
“Esto es un indicio de que algunas cosas cambiarán en nuestro servicio exterior. Muchos países se estarán preguntando ahora como serán sus relaciones bilaterales”, expresó también un diplomático estadounidense que a pesar de no ser embajador, también abandonará su puesto en un país latinoamericano.
“Nos quedamos sin embajadores en un momento crítico en términos de seguridad regional e internacional, lucha contra el terrorismo y el narcotráfico”, afirmó el diplomático.
Con esta decisión Trump busca evitar que cualquier directriz de la administración del presidente saliente de los EE. UU. se pueda extender de alguna manera más allá del inicio de su Gobierno, según indicó The New York Times.
Según la Asociación del Servicio Exterior de EE. UU. (AFSA), un sindicato que representa a los diplomáticos, existen 188 posiciones de embajador disponibles, que ahora deberán ser llenados, primero nominados y después confirmados.
Fuentes: Diario las Américas; El Nuevo Herald.