
A pesar del anuncio del restablecimiento de las relaciones económicas y comerciales entre Cuba y Estados Unidos, los expertos aseguran que la economía no ha mejorado e inclusive, el gobierno de la isla parece dar pasos atrás en su reforma y apertura de negocios con el país norteamericano.
El ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca de hecho informó en la apertura de la Feria Internacional de La Habana, que al cierre del 2016 la economía cubana podría no llegar a crecer ni siquiera el 1 % alcanzado en el primer semestre.
“Cuba atraviesa limitaciones financieras coyunturales. Esto ha afectado el ritmo de crecimiento del PIB en el primer semestre, que ha sido menor de lo esperado. Y esas limitaciones comprometen las proyecciones para el cierre del año” anunció.
Pavel Vidal, profesor de la Universidad Javeriana en Colombia y autor de un índice para medir la economía cubana (CSETI) anunció que para este año se estima que el PIB cerrará con una contracción. “La actualización de Cuba Standard Economic Trend Index (CSETI) hasta septiembre del 2016 no deja duda de los problemas de balanza de pagos por los que atraviesa la economía cubana y confirma las proyecciones hacia una desaceleración y posible recesión en la actividad económica”.
Según lo expresó el economista, el PIB podría cerrar este año con una caída de un 1 % en las inversiones y del 3 % en el consumo.
Con una expectativa de crecimiento del Producto Interno Bruto del 2 %, la mitad de lo alcanzado en el 2015, no sorprendieron las declaraciones ni del ministro ni de Vidal, y menos aún cuando el gobierno decidió rebajarlo a un 1 % en el mes de julio.
Para el séptimo mes de este año, el gobierno tuvo que admitir el impacto económico que tuvo la disminución de los suministros de petróleo venezolano y la imposibilidad de pagar a sus acreedores en el segundo semestre de este 2016.
“La situación de Venezuela nos impacta extraordinariamente, pero lo curioso es que eso se sabe desde hace tiempo, y se venía advirtiendo” manifestó Omar Everleny, economista cubano.
Además de los problemas económicos el gobierno también ha dificultado la otorgación de más permisos de nuevos restaurantes y cafeterías, además de cerrar clubes nocturnos privados en La Habana como el Shangri-La y El Sarao; lo que al contrario de facilitar el comercio, lo limita, afectando la economía del país.
Fuente: El Nuevo Herald.