Tras la violencia causada por pandillas en El Salvador y sus amenazas de muerte, decenas de campesinos se han visto en la necesidad de huir y buscar refugios en su propio país, lejos de sus hogares.
Los campesinos abandonaron sus casas, trabajos y mascotas, buscando albergues improvisados.
Desde niños hasta ancianos fueron recibidos por la municipalidad de Caluco a 57 kilómetros de San Salvador.
Este es el primer desplazamiento forzoso oficial por la oleada de violencia en El Salvador, país que registró vivir el segundo años más violento de la década, y que el año pasado quedó con una de las tasas de homicidios más alta del mundo.
“(Los pandilleros) mataron a mi hermano y decían que iban a terminar con toda la raza Barrientos”, “Mi esposo dijo: ‘la van a matar a usted también y me van a matar a mí”, expresó una mujer de 40 años, de las que se encuentra actualmente en el albergue.
Por otra parte, Blanca Orellana, alcaldesa de Caluco, anunció que el refugio improvisado es el primero que se habilita en el país por persecución de pandillas.
“Son agricultores que están hartos de las rentas (extorsiones) y las amenazas”, aseveró Orellana, atribuyendo los asesinatos a la guerra territorial para controlar la extorsión, el sicariato y la venta de drogas.
Según un artículo de Reuters, los campesinos decidieron cambiar sus casas y tierras por un albergue que se encuentra en condiciones deplorables. El refugio es una cancha de baloncesto que se encuentra a la intemperie, llena de colchonetas y protegida solamente por bolsas de plástico simulando techo y paredes.
Las autoridades dicen haber capturado a 35 miembros de Barrio 18 que amenazan a las familias, a pesar de esto, ellos permanecen con miedo y prefieren continuar en el refugio.
Fuente: Reuters