
Expertos y diferentes organizaciones de derechos humanos se encuentran preocupados por la deserción escolar en Venezuela. Esto se presenta debido a la crisis económica que atraviesa el país.
A 11 días del regreso a clases, advierten sobre el números de estudiantes que han desertado tras la inflación que según cifras extraoficiales del Banco Central de Venezuela, supera el 330 % hasta agosto, y la escasez alimentaria y de medicinas, la cual supera el 80 %.
Lila Vega, directiva de la agrupación civil Red de Padres y Representantes, explicó que “este año promete que va a ser muy difícil para la educación tanto pública como privada” debido a que “la situación económica pone en riesgo que las aulas sigan abiertas” .
Vega exhortó a las autoridades de las escuelas, los docentes, los padres y los vecinos de los centros educativos a “hacer un esfuerzo para ver cómo evitamos que ningún niño se salga de su escuela bien sea para irse de una privada a otra más económica o a una pública y mucho menos para que abandone el sistema”.
El Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), mencionó que es preocupante la situación escolar ya que, de hecho, “una de las grandes banderas del Gobierno ha sido la educación y hasta 2012 ciertamente se produjo un proceso de inclusión, pero a partir de allí se ha producido una reversión y en este momento estamos en una situación de exclusión social, porque hay más pobreza y más jóvenes fuera de las escuelas”, así lo indicó Marino Alvarado, excoordinador de la organización.
La preocupación más grande de los expertos es la incapacidad del Gobierno de garantizar la alimentación a todos los niños en las escuelas públicas, ya que según una encuesta difundida la semana pasada por la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nacional, el 33,6 % de los representantes admitieron no haber enviado a sus hijos al colegio, el año pasado, porque los niños tuvieron que acompañarlos a buscar comida; el otro 38,1 % dijo que por lo menos un día no asistieron a clases porque no tenían qué comer en la casa.
Alvarado manifestó su preocupación explicando que “La crisis está sacando a niños de las aulas, no solo porque tienen que acompañar a sus padres a hacer cola para comprar comida sino porque tienen que buscar cómo ganar dinero para ayudar al sustento del hogar”.
Por otra parte, el 17 % de los representantes encuestados, manifestaron haber tenido la necesidad de sacar a sus hijos de colegios privados por no tener como costearlos, entendiendo que las mensualidades actuales en algunos colegios, sobrepasan hasta tres salarios mínimos en Venezuela, sin añadirle los gastos en uniformes, y útiles escolares.
El secretario de Educación de la Gobernación de Miranda, Juan Maragall, expresó su opinión con respecto a la postergación del reinicio de clases (decisión del Gobierno). “Todavía no hay forma de saber si será una importante migración, eso lo se sabrá cuándo inicien las clases y hayan cerrado definitivamente las inscripciones en los centros educativos”, manifestó.
“La escuela debe ser algo previsible. Cuando postergas el inicio de clases, postergas el desayuno de los niños”, explicó.
Distintos medios han afirmado que a partir de ahora los estudiantes de bachillerato ya no verán matemáticas, física, química o biología como materias independientes, sino como una sola.
“¿Cómo ayuda esto a superar la exclusión de 800.000 adolescentes que deberían estar estudiando? ¿Cómo ayuda a superar la escasez de profesores especializados? Si es difícil conseguir profesores de química o de física, imagínate lo que costará conseguir a uno que sepa de física y química. Este currículo lo que busca es simplificar todo”, reclamó Maragall.
De acuerdo a la encuesta de la AN, el 40 % de padres, admitieron que sus hijos faltaron alguna vez a clases por la falta de profesores.
Maragall explicó que “solo contratan a egresados de universidades politécnicas, donde no se forman más que docentes para educación inicial y primaria y no los que salieron de las autónomas”.
El excoordinador de Provea anunció que una de las grandes fallas del sistema educativo venezolano es que la inversión en educación es insuficiente y no está distribuida de acuerdo a los estándares internacionales, ya que la correlación entre el gasto en educación primaria y secundaria es similar a la universitaria.
Fuente: Diario las Américas