Tras la decisión del Senado brasileño de destituir a su presidenta, Dilma Rousseff; Ecuador, Bolivia, Venezuela, Cuba y Nicaragua, se han manifestado en contra de la decisión tomada y condenaron ante la Organización de Estados Americanos (OEA), lo que para ellos fue un “golpe de Estado parlamentario”.
La decisión tomada el pasado miércoles 31 de agosto, que puso fin al ciclo de cuatro gobiernos consecutivos del partido izquierdista, ha generado que distintos países latinoamericanos, tomaran acciones para expresar su descontento por la situación.
Tanto Bolivia como Ecuador, anunciaron el retiro de sus máximos representantes diplomáticos en Brasil.
Estamos convocando a nuestro embajador en Brasil para asumir las medidas que en este momento se aconsejan.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) August 31, 2016
Condenamos el golpe parlamentario contra la democracia brasileña. Acompañamos a Dilma, Lula y su pueblo en esta hora difícil. #FuerzaDilma
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) August 31, 2016
El presidente Boliviano también increpó a Luis Almagro, secretario general de la OEA: “¿Dónde está Almagro?”Cuando se conspira contra gobiernos democráticos de izquierda no hay Almagro, sólo aparece para defender a la derecha”.
“Aunque aún este Consejo no se haya dado por enterado, se ha dado un golpe de Estado parlamentario en el país más grande de Sudamérica”, expresó Diego Pary, embajador de Bolivia.
“Jamás cohonestaremos estas prácticas que nos recuerdan las horas más obscuras de nuestra América. Toda nuestra solidaridad con la compañera Dilma”, dijo el mandatario ecuatoriano, quien encuadra dentro de la corriente de gobiernos de centroizquierda de la región.
Destituyeron a Dilma. Una apología al abuso y la traición.
Retiraremos nuestro encargado de la embajada. Jamás cohonestaremos estas…— Rafael Correa (@MashiRafael) August 31, 2016
Por otra parte, Marlene Da Vargem, representante alterna de Venezuela condenó “el golpe de Estado parlamentario” y decidieron retirar a Alberto Castellar, embajador en Brasil y congelar “las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno surgido de este golpe parlamentario”, así lo anunció la cancillería de Venezuela.
“Se ha ejecutado una traición histórica contra el pueblo de Brasil, y un atentado contra la integridad de la mandataria más honesta en ejercicio de la presidencia”, continuó la cancillería venezolana.
El presidente Nicolás Maduro, también publicó a través de la red social Twitter, su desacuerdo con la destitución de la presidenta Brasileña.
Toda la Solidaridad con @dilmabr y el PueblodeBrasil,condenamos el GolpeOligárquico de la derecha¡Quién Lucha Vence! https://t.co/0MkBrgsTwE
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) August 31, 2016
Asimismo, José Mujica, expresidente y senador uruguayo, mencionó que Latinoamérica ha quedado “malherida”, por la destitución de Rousseff.
Toda esa discusión del Senado fue una gigantesca pantomima para tapar el rabo. Esto estaba decidido y en otra parte. Se montó un escenario, a los efectos de embaucar a la opinión pública, […] con toda la apariencia de un juicio, pero desde el primer momento esto estaba decidido” expresó Mujica.
Cuba también manifestó su opinión diciendo que “Lo ocurrido en Brasil es otra expresión de la ofensiva del imperialismo y la oligarquía contra los gobiernos revolucionarios y progresistas de América Latina y el Caribe”.
En contraste, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, manifestó que respeta la decisión del Senado brasileño y reconoció la legitimidad del gobierno de Michel Temer.
Después de perder la banda presidencial, Rousseff tendrá que entregar las llaves del Palacio de Alvorada, residencia presidencial; se presume que abandonará Brasilia e irá a vivir con sus hijas y nietos en Porto Alegre.
Ahora, con la llegada de Temer al poder, cambiará la línea de gobierno de Brasil, la cual pone fin a 13 años de gobiernos de izquierda en ese país, que comenzaron con Lula en 2013.
Respuesta del nuevo Gobierno Brasileño
Temer se manifestó en cuanto a la posición y decisiones tomadas por los gobiernos “bolivarianos” diciendo que lamenta sus manifestaciones de incomprensión”.
Asimismo, la cancillería brasileña explicó en un comunicado que “el proceso fue conducido con estricto respeto a lo que establecen las leyes y la Constitución brasileña y constituye un ejemplo que fortalece la democracia en el país y en la región”, y que los gobiernos de Ecuador, Bolivia y Cuba “reinciden en expresiones equivocadas que ignoran los fundamentos de un Estado democrático de derecho, como el que rige de plena forma en Brasil”.
Por otra parte, el nuevo Gobierno brasileño se manifestó con respecto a la decisión más radical, la cual provino del gobierno de Venezuela, expresando en su comunicado que “repudia los términos del comunicado emitido por el Gobierno venezolano sobre la conclusión del juicio político destituyente de la expresidente de la República, Dilma Rousseff, que revela un profundo desconocimiento de la Constitución y de las leyes de Brasil y niega totalmente los principios y objetivos de la integración latinoamericana”.
Fuentes: El Universal; Clarin; El Nuevo Herald; Opinión.