Varios venezolanos que han llegado a Bogotá han decidido radicarse en el barrio Cedritos, donde ya es normal escucharlos hablar y verlos en busca de un medio para vivir. Así lo relata el reportaje hecho por el periodista Cristian Ávila Jimenez para el diario El Tiempo, en el que cuenta como es la situación de estas personas que llegan a Colombia en busca de un mejor futuro.
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El texto asegura que desde los últimos 4 años han entrado a través del Aeropuerto El Dorado en promedio 303 venezolanos por día, de los cuales únicamente 3.374 han logrado un contrato laboral de manera legal en Colombia y otros deben buscar la manera de sobrevivir en la capital colombiana y se han radicado en “Cedrizuela”, como le llaman al barrio en el que se están radicando.
Varios venezolanos narran como fue su llegada y cómo se hospedaron en hostales baratos que no eran muy agradables, incluso hay quienes califican como “la casa más fea de Cedritos” el lugar en el cual dormían, pero dicen que cualquier cosa es mejor que estar en Venezuela viviendo el hambre, razón principal por la cual migraron de su país.
Muchos buscan trabajos en los locales comerciales que hay en el sector e incluso le proponen a sus dueños y administradores que les cambian su mano de obra por comida. Incluso muchos se rebuscan la forma de trabajar, ya sea como vendedores ambulantes, e incluso hay quienes conducen bicitaxis que salen del portal de Transmilenio (transporte masivo en Bogotá) hacia los hogares de quien los contrate.
Tienen hasta selección de fútbol
Ávila Fútbol Club se llama el equipo de venezolanos radicados en Bogotá que juega un torneo amateur a las afueras de la capital colombiana. Sus integrantes cuentan que han tenido que soportar insultos xenófobos por parte de quienes apoyaban a otros equipos, pero que de a poco han logrado reconstruir sus vidas, las vidas que quisieron tener en Venezuela pero que gracias al hambre y la inseguridad provocados por el chavismo, no pudieron.
Fuente: El Tiempo