Julián Fernando Hacey Álvarez llegó a Miami en un vuelo de American Airlines como lo hacen varios colombianos diariamente. Cuando realizaba la fila para registrar su ingreso las autoridades del aeropuerto encontraron que el pasajero actuaba de forma extraña, por lo que decidieron que debían hacerle una revisión mas exhaustiva de su equipaje.
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Hacey Álvarez fue llevado a dicha revisión en donde reconoció su equipaje, tanto de mano como de bodega, que fue inspeccionado por los agentes de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CPB), que encontraron una billetera negra con varias tarjetas de crédito que no estaban a su nombre, hecho por el que fue interrogado.
En un inicio el señalado aseguró que las tarjetas no le pertenecían a él sino a un primo, hecho que no pudo ser comprobado por las autoridades del CPB. Además, “Los funcionarios de CBP también descubrieron un dispositivo electrónico para leer las cintas magnéticas de las tarjetas colgado de un llavero, así como una unidad de memoria USB, y un dispositivo capaz de leer los circuitos integrados o chips de las tarjetas” según dice el periodista Alfonso Chardy en el Nuevo Herald.
Por este motivo, el colombiano fue arrestado en lo que se ha considerado como un caso poco habitual, ya que generalmente los capturados en el aeropuerto de Miami son culpables de traficar con drogas o por intentar ingresar a Estados Unidos con papeles falsos, mas no por tratar de ingresar equipos que permiten la clonación de tarjetas de crédito.
Las autoridades de Miami lograron establecer que las tarjetas que llevaba en su poder Hacey Álvarez eran falsas, ya que los registros oficiales no coincidían con la información que estaba en las tarjetas, hecho que llevó al señalado a aceptar su delito y dijo que las había conseguido en una empresa ilegal de tarjetas de crédito en Bucaramanga, Colombia, ciudad ubicada en el nororiente del país. Allí mismo habría adquirido el equipo para clonar las tarjetas.
Fuente: El Nuevo Herald