Existe una relación directa entre los subsidios que entrega el Estado colombiano y los altos índices de informalidad laboral que existe en el país. Así lo afirma un estudio realizado por el Observatorio del Mercado de Trabajo y la Seguridad Social de la Universidad Externado de Colombia, una de las más prestigiosas del país.
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La informalidad es uno de los problemas laborales más serios que afronta Colombia. Consiste en que las personas trabajan sin registrarse formalmente como empleados con el fin de no tener que pagar sus aportes al sistema salud y su cuota al fondo de pensiones, lo cual hace que a futuro los trabajadores no se puedan pensionar.
Entre los hallazgos de la investigación realizada, el Observatorio logró evidenciar que los colombianos que reciben al menos un subsidio, tienen un incremento de 12 puntos porcentuales en la posibilidad de trabajar informalmente.
“Especialmente los que corresponden a la salud subsidiada y al programa de Familias en Acción (subsidios para salud y educación de algunas familias), son tan valorados por los beneficiarios que, ante la posibilidad de obtener un empleo formal, muchos deciden permanecer en la informalidad, con tal de no perder los beneficios”, dice el estudio.
Lo anterior ocurre debido a que cuando un beneficiario de algún subsidio logra encontrar un trabajo formal que cubre sus gastos, deja de recibir dinero del Estado ya que se le considera como autosuficiente. Debido a esto, los subsidiados prefieren nunca formalizarse.
El problema, según Stefano Farné, director de la investigación, se debe combatir buscando algunas alternativas a la forma en la cual se entregan los subsidios, ya que hoy en día son entregados de manera directa y esto perjudica considerablemente la posibilidad de saber si se están usando o no de manera correcta.
Además, Farné hizo énfasis en que los subsidios, a pesar de tener buenas intenciones, generan situaciones no deseadas como el aumento en la carga tributaria y la falta de incentivos para que las personas quieran trabajar bajos las normas que existen en Colombia.
“A veces, estas son las consecuencias no deseadas en el mercado de trabajo. Hay que balancear si queremos seguir aumentando los subsidios. Que se pida, por ejemplo, que algún miembro de la familia participe en el mercado de trabajo. O si se dan más subsidios al hogar, se reduce el incentivo”
La informalidad en Colombia es del 47.5% de la población laboralmente activa, según el Departamento Nacional de Estadística. Esta cifra constituye a futuro una de las más grandes amenazas al sistema pensional del país, ya que habrá muchas personas de la tercera edad sin ingresos fijos y para subsidiarlos, quienes son laboralmente activos tendrían que tener una mayor carga tributaria.
Entre enero de 2009 y diciembre de 2014 se pasó de tener 700.000 beneficiarios a tener 3 millones, según las estadísticas entregadas por el Departamento Nacional de Estadística de Colombia. Además, durante el 2014, el 100% de las ayudas fueron por parte del Gobierno, es decir, de los impuestos de los colombianos.
Fuentes: El Espectador