Con un empate de votos, 19 a favor y 19 en contra, la Comisión Primera de la Cámara de Representantes no pudo tomar una decisión sobre el futuro del proyecto de regulación cannabis recreativo para uso adulto.
“Lo que acabamos de vivir en la Comisión Primera fue un verdadero ‘voto finish’. Estamos viendo cómo nos podemos organizar para que este proyecto pase a segundo debate”, indicó el autor de la propuesta, el representante Juan Carlos Losada.
Según la Encuesta Nacional de Sustancias, siguiendo las tendencias mundiales, la marihuana continúa siendo la sustancia ilícita de mayor consumo en Colombia. De una muestra de 49 000 personas – representativa para 23 000 000 de habitantes en las ciudades principales- 2,7% de lo encuestados manifestaron haber consumido cannabis durante el último mes, lo que equivaldría a unas 637 000 personas en el casco urbano del país.
Risaralda, Quindío, Caldas, Antioquia y Bogotá presentan prevalencias de uso reciente de marihuana con respecto al promedio nacional. Esto confirma los indicadores de estudios anteriores. En Medellín la incidencia en el consumo de esta sustancia dobla incluso la de Bogotá, haciéndola la ciudad con el mayor consumo per capita de cannabis del país.
Esto nos lleva a otro tema, la marihuana es increíblemente barata en Colombia a pesar de la prohibición. Un gramo de crippy que en Europa puede oscilar entre los $10 a $30 dólares, e incluso valer en Argentina no menos de $8 dólares, en Colombia ese mismo gramo se consigue por $80 centavos. Si la marihuana de consumo recreativo se legaliza en Colombia tendrá que afrontar una competencia, que aparte de ser ilegal, tiene el poder de ofrecer precios irrisorios y sacar de la competencia a los distribuidores formales, que afrontan una estructura de costos mayores al estar dentro de la legalidad.
La principal idea de liberalizar el mercado de la marihuana recreativa es entablar una competencia por las vías legales del mercado a la plaza y al microtráfico, no obstante sus efecto serán poco sobre el narcotráfico como problema en Colombia.
En Canadá el experimento de liberación hasta el momento todavía no ha reducido significativamente el mercado negro, según el análisis que hace Washington Post, los dispendios todavía son pocos, y están en las zonas céntricas de la ciudad, lo que disuade a muchos usuarios de adquirirla legalmente y prefieren recurrir a su jíbaro local.
En Estados Unidos la legalización ha tenido resultado mixtos, si bien el microtráfico no ha acabado, e incluso vio un aumento durante las primeras etapas de la liberalización, éste ha comenzado ha ser desplazado por las despensas legales de cannabis en los Estados donde la legalización lleva más tiempo activa como Colorado.
El proyecto de ley en Colombia
El proyecto de ley que se estudia, en la actualidad plantea regular el consumo a través de dispensarios licenciados de cannabis, clubes sin ánimo de lucro, y sitios web del gobierno. El proyecto también contempla que el 35 % de las licencias sean otorgadas a pequeños productores que hayan sido afectados por la guerra contra las drogas.
Adicional a ello el proyecto propone un impuesto al cannabis, donde el 50 % de los recursos derivados de dicho arancel se destinarán a campañas de prevención del consumo, que se adoptaría bajo las bases legales de la ley 1358 que demarca las medidas de prevención de políticas públicas con respecto al tabaco.
Finalmente el proyecto de ley sugiere la creación de un instituto colombiano para la regulación del cannabis, adscrito al Ministerio de Salud, que formule y coordine la implementación de la política nacional relativa a la importación, exportación, producción, almacenamiento, comercialización del cannabis de uso adulto.
Sin lugar a dudas el proyecto traza una nueva alternativa para la lucha contra las drogas, o al menos contra la marihuana, donde se acepta como estrategia para combatir al narcotráfico el uso de las fuerzas de mercado y la libre competencia. Por otro lado también deja muchas dudas, pues no esta claro si la legalización acabaría con el microtráfico de marihuana o si esta produciría una escalada en el consumo en Colombia.