A pesar de los duros efectos de la cuarentena impuesta por la emergencia sanitaria de la COVID-19, el sector privado colombiano muestra señas de recuperación, aunque todavía con esfuerzos tímidos, marcados por la incertidumbre de nuevos brotes u órdenes de nuevos cierres a futuro.
Según la Encuesta de Opinión Empresarial (EOE) del think tank Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) —que hace seguimiento mensual a la dinámica de los sectores industrial y comercial a través de preguntas de tipo cualitativo sobre la situación económica actual y las expectativas de los empresarios— cerca del 70 % de las empresas se encuentra funcionando, el 29 % opera parcialmente y 1 % cerradas temporalmente. Para el mes de junio, el 30 % de las empresas presentó alguna afectación en su operación, en su mayoría (88 %) relacionadas con la COVID-19.
Según el centro de investigación, un 43,8 % de las empresas redujo su planta con respecto a enero de este mismo año. A pesar de ello, el 88,3 % de ellas no tiene intención de cerrar.
El Índice de Confianza Industrial —conformado por el nivel de existencias, el volumen actual de pedidos y expectativas de producción en los próximos tres meses— registró un incrementó de solo 0,5 %, impulsado principalmente por la demanda durante el mes de mayo. Por encima de ello, las expectativas de producción se mantienen bajas debido a los inventarios acumulados por parte de las empresas.
Las expectativas de empleo de los industriales para el próximo trimestre se redujeron a 13,3 %, lo que implica una disminución de 33,5 % frente al primer trimestre de 2020. Esto quiere decir que los industriales —de momento— no tienen pensado realizar nuevas contrataciones para el próximo trimestre.
Parte de las razones por la que los industriales no planean contratar nuevo personal próximamente se debe a la incertidumbre generada por la pandemia. Cerca del 10,9 % de los industriales cree que su empresa se verá obligada a realizar un cierre temporal durante los próximos tres meses.
En caso de ocurrir, este nuevo aislamiento no podría ser prolongado, pues más del 60 % de los empresarios encuestados manifestaron no tener suficiente liquidez para sostener sus obligaciones financieras por más de seis semanas y únicamente el 21,7 % podría hacerlo por más de ocho. Esta situación puede ser especialmente sensible para sectores con una alta rotación de inventario como el retail.
La Encuesta de Pulso Empresarial (EPE) del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) brinda explicaciones complementarias a los resultados de la EOE. En el sector de la industria manufacturera el 54,4 % de las empresas operó normalmente en mayo de 2020. En el sector construcción, el 12,9 % de las unidades económicas registró una operación normal y el 76,5 % operó parcialmente. Por otra parte, el mayor porcentaje de empresas que cerró temporalmente se encuentra en el sector servicios (17,8 %).
La falta de liquidez de las empresas se ve explicada en una disminución masiva en los flujos de caja de todos los sectores por las menores ventas. Cerca del 74,9 % de las empresas encuestadas por la EPE registró una disminución en su flujo de efectivo. De estas, el 36,9 % dijo haber tenido dificultades para acceder a créditos y servicios financieros, mientras que el 36,7 % afirmó tener dificultades para aprovisionamiento de insumos.
Muchas empresas volvieron a laborar en sus casas matrices. Según la EPE, el trabajo en casa se redujo en 39,6 %. Esto quiere que en buena parte de las empresas colombianas el teletrabajo solo fue considerado como una opción temporal.
La situación actual que se refleja en ambas encuestas muestra un sector privado que tiende a una rápida recuperación, pero con un horizonte incierto, especialmente por la posibilidad de nuevos cierres que afectarían una ya precaria liquidez, producto de una de las cuarentenas más largas del mundo.