
La campaña de Daniel Noboa en las elecciones presidenciales de Ecuador 2025 se ha caracterizado por un enfoque pragmático y un discurso orientado a la estabilidad y la continuidad. A diferencia de otros candidatos que apelan a grandes cambios o reformas estructurales, Noboa ha construido su relato en torno a la idea de “seguir adelante” con las políticas de seguridad y crecimiento económico que, según él, son esenciales para el futuro del país. Su propuesta es una mezcla de liderazgo empresarial, políticas de seguridad estrictas y un compromiso con el orden económico, pero su discurso también está marcado por la defensa de los valores democráticos y la lucha contra la polarización.
1. La imagen del empresario joven: un líder para la estabilidad
Noboa ha logrado posicionarse como un joven empresario exitoso, heredero de una de las familias más poderosas de Ecuador en el ámbito empresarial. Este factor ha sido clave para construir una narrativa centrada en la “experiencia empresarial” como una ventaja para gobernar. En lugar de ofrecer un giro radical o soluciones utópicas, Noboa ha destacado su capacidad para tomar decisiones racionales, eficientes y orientadas al crecimiento económico, lo que lo presenta como la opción más “pragmática” frente a la crisis.
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Este enfoque se ha centrado en la idea de que Ecuador necesita un líder con visión empresarial para superar la recesión económica, atraer inversión extranjera y generar empleo. Su campaña ha sido especialmente atractiva para los sectores que buscan la reactivación de la economía mediante un liderazgo orientado al mercado, al crecimiento y a la creación de oportunidades a través de la iniciativa privada.
2. La promesa de continuidad y estabilidad: frente a la inseguridad y la crisis
Uno de los pilares de su campaña ha sido la promesa de continuidad. Noboa se ha presentado como el candidato que puede garantizar la estabilidad política y económica, en un país marcado por la inseguridad y la crisis social. A lo largo de la campaña, Daniel Noboa ha enfatizado que, a pesar de las críticas y los problemas derivados de la violencia y el narcotráfico, su administración continuará con las políticas de seguridad que su gobierno implementó con el apoyo de las fuerzas armadas y de policía.
En este sentido, el relato de Noboa está impregnado por la necesidad de “terminar lo que se empezó”, un mensaje que busca atraer a votantes que valoran la seguridad y el orden por encima de los cambios radicales. Su enfoque se ha centrado en la lucha contra el crimen organizado, particularmente el narcotráfico, y en garantizar la protección de la ciudadanía. Si bien este discurso ha sido aplaudido por aquellos que sienten el golpe de la violencia, también ha sido criticado por sectores que perciben que las políticas de seguridad se han llevado a cabo con mano dura, sin suficiente énfasis en el respeto de los derechos humanos.
3. Liderazgo democrático: defensor de las instituciones
A diferencia de otros candidatos, Daniel Noboa ha querido destacarse como un defensor de las instituciones democráticas. Frente a la narrativa de autoritarismo que a veces se asocia con otras figuras políticas, especialmente del correísmo, Noboa ha enfatizado su compromiso con el fortalecimiento del sistema democrático y la independencia de los poderes del Estado. Su discurso ha buscado tranquilizar a los votantes que temen un regreso a prácticas autoritarias y ofrecerles la seguridad de que bajo su mandato se respetarán las libertades fundamentales.
Noboa también ha defendido la necesidad de una gobernanza centrada en la transparencia y el respeto a los principios constitucionales, lo que le ha ganado la simpatía de sectores que valoran la estabilidad institucional y la lucha contra la corrupción. Al proyectar una imagen de liderazgo moderado, ha buscado atraer tanto a votantes de derecha como a aquellos más centrados en la política, evitando la retórica confrontativa que caracteriza a otros candidatos.
4. La solución a la crisis económica: reformas del sector productivo y privado
En cuanto a la economía, Noboa ha centrado su mensaje en la necesidad de reformas que favorezcan a la empresa privada y que impulsen el crecimiento económico. La propuesta de Noboa se ha orientado a crear un entorno favorable para los empresarios y a atraer inversiones extranjeras para recuperar la confianza en el país. En sus discursos, ha destacado que Ecuador tiene grandes potenciales en sectores como el agroindustria, la minería y el turismo, pero que requiere una política más agresiva para liberalizar la economía y facilitar el acceso al crédito.
Su mensaje económico también se ha centrado en la generación de empleo y en la creación de un sistema de seguridad social más robusto para los trabajadores. La idea de que el sector privado es el motor del crecimiento ha sido un pilar fundamental de la campaña de Noboa, aunque esta postura ha sido criticada por quienes consideran que no aborda con suficiente profundidad los problemas estructurales de la pobreza y la desigualdad.
5. El discurso de la unidad nacional: contrapunto con la polarización
A lo largo de su campaña, Noboa ha intentado posicionarse como un líder de unidad nacional, haciendo un llamado a superar la polarización política que afecta al país. En contraste con el discurso divisivo de Luisa González, su narrativa ha apelado a la reconciliación y a la búsqueda de consenso entre todos los sectores de la sociedad. Al mismo tiempo, ha defendido que es esencial que Ecuador se enfoque en un desarrollo común y deje atrás las disputas ideológicas.
Este enfoque busca atraer a votantes moderados que sienten que el país está profundamente dividido, y que desean un liderazgo capaz de sanar las heridas políticas. Al enfatizar su capacidad para dialogar y trabajar con todos los actores del país, Noboa intenta presentarse como una opción de “gobernabilidad” frente a la fragmentación del electorado.
6. La crítica a la oposición: Luisa González y el “retroceso”
El relato de campaña de Noboa también ha incluido una crítica constante a su principal rival, Luisa González, a quien ha acusado de representar un retroceso para el país. Noboa ha sido directo al calificarla como la representante de un modelo político que, según él, ha fracasado y que, en lugar de promover el progreso, sólo conduce a más división y estancamiento. Esta crítica no solo se ha centrado en su relación con Rafael Correa, sino también en las propuestas económicas que González defiende, que Noboa considera inviables en el contexto actual.
Al enfocarse en esta crítica, Noboa busca consolidar su imagen como la opción de continuidad y progreso frente a lo que considera una amenaza de regreso al pasado.
Conclusión: la promesa de continuidad y estabilidad
En resumen, la construcción del relato de campaña de Daniel Noboa ha sido una mezcla de propuestas centradas en la estabilidad económica, la seguridad y el respeto por las instituciones democráticas. Su discurso ha apelado a un liderazgo pragmático, orientado hacia el crecimiento del país a través de políticas que favorezcan la inversión privada y la creación de empleo, pero sin olvidar la importancia de mantener el orden social y el respeto por los derechos de los ciudadanos.
Noboa se presenta como la opción que garantizará la continuidad en la lucha contra la inseguridad y en la recuperación económica, pero también ha mostrado su compromiso con la unidad nacional y la reconciliación política. Sin embargo, su relación con las élites empresariales y su enfoque en la economía de mercado pueden marcar de nuevo su imagen, y limitar su apoyo en sectores más vulnerables.