Que el primer día hábil después de un acontecimiento político genere fuertes movimientos en el mercado, producto de la desconfianza de los agentes económicos es, como dice la canción, una “costumbre argentina”. En Colombia, Gustavo Petro tuvo sus primeras horas como presidente electo en un día comercial con los mercados abiertos y los primeros sacudones recuerdan mucho un evento reciente en la región: el día después al holgado triunfo de Alberto Fernández en las últimas primarias que habían anticipado su posterior victoria. En el país caribeño ya se habla del “Efecto Petro”. La tasa cambiaria y el mercado petrolero ya muestran una gran desconfianza. Los números así lo indican. Pero además, PanAm Post pudo confirmarlo de primera mano.
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Luego de la primera vuelta, la izquierda (que ya tenía casi asegurado su lugar en el balotaje) supo que se iba a enfrentar al candidato más complicado para la estrategia “antiuribista”: el outsider Rodolfo Hernández. Luego de las elecciones del 29 de mayo, las expectativas eran que el exguerrillero perdiera nuevamente los comicios. El 1 de junio, el dólar cayó considerablemente, comprándose a 3.776 pesos. Previo a la elección había cerrado en 3912. Pero con el resultado del balotaje el panorama dio un vuelco. Este martes 21 de junio, la divisa estadounidense registró un precio de apertura de 4.080, alcanzando un pico de 4.100, para cerrar la jornada en 4.026,50.
A simple vista no pareciera una novedad alarmante, si se toma en cuenta que ya en la semana previa a la primera vuelta había marcado un récord de 4.110 pesos por dólar. Pero en un recorrido realizado por PanAm Post por nueve casas de cambio de Bogotá se pudo apreciar un escenario que no pinta alentador. En el mercado libre los cambistas compiten con tasas mucho más altas a la que refleja el Banco de la República, recordando la brecha entre la tasa oficial y el dólar blue en Argentina o el dólar paralelo en Venezuela, donde los controles de cambio han generado estas distorsiones previsibles. Y es que mientras el ente emisor colombiano marcaba 4.026,50 pesos por dólar al cierre de la jornada de este martes, en las casas de cambio la divisa estadounidense se estaba vendiendo entre los 4.300 y 4,400 pesos. Un precio marcado por el mercado pero con una diferencia muy distante a la usual, lo que confirma la entrada en escena de un factor determinante: la desconfianza.
El precio del dólar se posicionó como uno de los principales temas de conversación de los colombianos en el primer día hábil después de la elección de Gustavo Petro. Así se pudo constatar en paradas de autobús, colas en cajeros automáticos y pasillos de centros comerciales. Al preguntársele a un cambista si había experimentado en este día un mayor número de transacciones, su respuesta fue un enfático “bastante”, acompañado de un expresivo gesto de asombro.
Otra novedad de la jornada fue la presunta escasez de dólares o la elección no vender hasta tener mayor claridad del rango en el que se estabilizará. Al menos en la mitad de las casas de cambio consultadas se anunciaba que no se estaba vendiendo o no se estaba comprando.
Las proyecciones de expertos apunta a que el dólar podría trepar hasta los 5.000 pesos en los próximos meses. El senador del Pacto Histórico, Gustavo Bolívar, mano derecha de Petro, no descartó lo que calificó como una “especulación”. Pero lejos de reconocer que este panorama se pinta como consecuencia de la promesa de Petro dejar atrás la “economía extractivista”, hizo un razonamiento insólito, por ser generosos con el adjetivo.
Si el dólar sube a 5.000, como especulan expertos en desear q a Petro le vaya mal así le vaya mal a Colombia, con petróleo a 120 dólares, el país se llena de divisas, se encarecen importaciones estimulando la producción Nal y salimos a vender propiedades en el exterior ya mismo!
— Gustavo Bolívar (@GustavoBolivar) June 21, 2022
Desplome de acciones de Ecopetrol
Donde también quedó en evidencia la incertidumbre fue en las acciones vinculadas al sector energético local, luego de la confirmación del presidente electo y su programa de “gobierno de justicia ambiental”. Los papeles de la empresa mixta Ecopetrol hoy sufrieron una pronunciada caída que llegó al 12 %, en un contexto donde las compañías del rubro ven subir sus acciones por el conflicto en Europa del este.
El 7 de agosto, fecha en que asumirá el próximo Poder Ejecutivo colombiano, pareciera un día muy lejano para el clima enrarecido que vive el país por estas horas. Toda la atención estará puesta en el presidente electo y a sus definiciones, que ya no tienen ninguna necesidad de venderse apetecibles para el electorado. La banda presidencial la tendrá dentro de muy pronto y cualquier declaración inoportuna no hará más que complicar su futura gestión. Por ahora, los distintos espacios políticos colaboran dentro de lo posible para que se realice una transición ordenada. Pero lo cierto es que estas oscilaciones, que podrían ser incluso más notorias en las próximas semanas (o días) indican una cuestión clara: Colombia ya perdió la estabilidad que tenía y el país comenzará a transitar el complicado camino que ya está haciendo Chile, y que hace mucho recorren Argentina y Venezuela.
De la nueva administración no se puede esperar nada bueno. Esperemos, como dijo el premio Nobel Mario Vargas Llosa, que la presidencia de Petro sea un error “enmendable” para Colombia en el futuro. Los antecedentes del próximo presidente, su equipo y los apoyos internacionales que recibe, como el del régimen venezolano, por ahora indican que será todo bastante más complicado.