
Las “nuevas sanciones severas y crecientes” con las que había amenazado la semana pasada el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, al régimen de Nicolás Maduro, comienzan a implementarse. Un arancel secundario de 25 % deberán pagar los países que compren petróleo a Venezuela y mantengan relaciones comerciales con Estados Unidos, anunció este lunes el presidente Donald Trump en su red Truth Social.
“Cualquier país que compre petróleo y/o gas a Venezuela será obligado a pagar un arancel de 25 % a Estados Unidos en cualquier negocio que haga con nuestro país”, anunció el mandatario estadounidense, alegando que “Venezuela ha sido muy hostil con Estados Unidos y la libertad que defendemos”.
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Adicionalmente, Trump argumenta en su mensaje que el régimen venezolano ha enviado “intencionalmente y engañosamente a Estados Unidos, de manera clandestina, decenas de miles de criminales de alto nivel, muchos de los cuales son asesinos y gente de una naturaleza muy violenta”, destacando que entre las pandillas que “han enviado a EEUU se encuentra el Tren de Aragua, la cual ha sido designada como una ‘organización terrorista internacional'”.
President Donald J. Trump announced today that the United States of America will be putting what is known as a Secondary Tariff on the Country of Venezuela, for numerous reasons, including the fact that Venezuela has purposefully and deceitfully sent to the United States,…
— Donald J. Trump Posts From His Truth Social (@TrumpDailyPosts) March 24, 2025
¿El primer paso del plan para favorecer a Chevron?
De acuerdo con la comunicación, este arancel secundario entrará en vigencia a partir del 2 de abril, fecha calificada por Trump como “día de la liberación en Estados Unidos”. Además, al día siguiente vence el plazo para que Chevron detenga sus operaciones en Venezuela, tras la decisión del mandatario estadounidense de revocar la licencia 41 otorgada por el Gobierno de Joe Biden a finales de 2022, a pesar del inmenso lobby que la petrolera estadounidense ha venido haciendo en los últimos días en la Casa Blanca, buscando una extensión de al menos 60 días, lo cual estaría siendo evaluado por Washington, según reveló la semana pasada el Wall Street Journal, aunque por el momento no ha habido ninguna novedad al respecto y la decisión se mantiene sin cambios.
La información divulgada por el WSJ hacía referencia a un presunto plan que contempla la imposición de sanciones y aranceles a otros países que comercien con Venezuela, para de esta manera beneficiar a las compañías estadounidenses, considerando que el presidente ejecutivo de Chevron, Mike Wirth, ha insistido en sus encuentros con altos funcionarios del Gobierno de EEUU que el retiro de su empresa de territorio venezolano no solo desestabilizaría aún más la economía local, incentivando una mayor migración, sino que además permitiría que China y otros adversarios de Estados Unidos aumenten su presencia en el país sudamericano.