La unidad perfecta de la opositora Plataforma Unitaria Democrática conseguida para las elecciones presidenciales del 28 de julio comienza a desintegrarse. El primero en patear la mesa ha sido el socialista Henrique Capriles, quien parece más interesado en negociar con el régimen el levantamiento de su inhabilitación para buscar el próximo año alguna pequeña parcela de poder en una gobernación o alcaldía que en mantener la presión para hacer respetar el resultados de los pasados comicios que, según las únicas actas publicadas, dan como ganador a Edmundo González por un amplio margen.
- Lea también: El peligro que Capriles puede representar para los venezolanos
- Lea también: “El petróleo es del pueblo”: Capriles, más chavista y demagogo que nunca
Haber oficializado este lunes su renuncia a la Junta Directiva Nacional de Primero Justicia evidencia, una vez más, los intereses personales que Capriles pone por encima de la lucha de un país que busca recuperar la democracia. Ya el año pasado pretendió –sin éxito– conquistar la candidatura unitaria para enfrentar por tercera vez al chavismo en unas presidenciales. Para ello, intentó por todos los medios frenar la imparable popularidad de María Corina Machado, quien terminó recibiendo más de 92 % de los votos. Frente a este previsible escenario, el exgobernador de Miranda prefirió renunciar pocos días antes de la consulta interna opositora, poniendo sobre la mesa el argumento de su inhabilitación, con lo que exhortaba sutilmente a Machado a seguir sus pasos, a quien por cierto atacó duramente durante la campaña por defender firmemente el liberalismo como el único camino para superar la miseria en el país producto de las distorsiones económicas propias del socialismo.
Mi compromiso con nuestra Venezuela y el reencuentro de la familia venezolana seguirá intacto.
Seguiré luchando acá, en este país, junto a nuestra militancia y dirigencia en los estados, municipios y parroquias para abrir caminos que conduzcan a un futuro mejor para nuestro… pic.twitter.com/uIboaUlhqs
— Henrique Capriles R. (@hcapriles) September 23, 2024
Henrique Capriles, siempre socialista
Aunque Henrique Capriles finalmente terminó sumándose a la unidad que se logró en torno a la candidatura de Edmundo González, su débil postura frente al fraude cometido el 28 de julio por el régimen y su habitual incoherencia política lo ubican ideológicamente más cerca del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que de Primero Justicia. Por tal motivo, no resulta exagerado ironizar con una militancia futura de Capriles en la tolda oficialista fundada por Hugo Chávez, a quien, por cierto, ha confesado admirar, pese a haberlo enfrentado en las urnas en 2012. Y es que hoy nada sorprende cuando de falsos opositores se trata. Menos después de que el candidato de Acción Democrática (AD) para las primarias de la oposición, Carlos Prosperi, terminó llamando a votar por Maduro.
La razón de la renuncia de Capriles habría sido su desacuerdo con la expulsión del exdiputado Eudoro González Dellán de las filas de Primero Justicia por haber actuado de forma “unilateral” para facilitar el exilio de Edmundo González. Incluso el fundador del partido, Julio Borges, compartió el artículo de El Mundo de España que dio a conocer cómo este personaje catalogado como un “doble agente” aprovechó la confianza del exdiplomático de 75 años hoy exiliado en Madrid para intervenir con el fin de “favorecer a la dictadura”, siendo parte del plan facilitado por el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien aparece cada vez que Maduro está en aprietos para lanzarle un salvavidas.
Seguir cohabitando con la dictadura
No es casualidad que en su carta de dimisión, Capriles ataca directamente a Borges y lamenta que “la descomposición y decadencia en la que cayó este espacio no termine destruyendo a Primero Justicia en los estados, municipios y parroquias”, asomando su disposición a continuar cohabitando con el régimen con tal de conseguir algún cargo menor de elección popular que le permita seguir viviendo del Estado, como lo han venido haciendo por más de dos décadas una larga lista de políticos de oficio de la falsa oposición. Tal vez por esta razón ha optado por hacer solo reclamos de carácter social relacionados con la falta de insumos en los hospitales, las fallas en el servicio eléctrico o el deterioro del sistema educativo a propósito del inicio del nuevo año escolar, pero poco o nada dice del robo de las elecciones, mostrando así su interés en seguir haciendo demagogia interna sin molestar al régimen atrincherado en Miraflores.
Tampoco hay que olvidar que el exgobernador comulga con ideas estatistas más cercanas al PSUV que a Primero Justicia o cualquier otro partido de oposición. Durante su fallida campaña para las primarias del pasado 22 de octubre, Capriles mostró su faceta socialista al ofrecer acabar con la “desigualdad” y prometer “trabajo estable y bien remunerado” sin explicar ningún plan en materia económica e ignorando las leyes inalterables que dicta el mercado. Además, intentó satanizar la propuesta de María Corina Machado de privatizar PDVSA con la vacía y populista consigna de que “el petróleo es del pueblo”.
Un chavista que salió del closet
El excandidato presidencial también pretendió marcar distancia con la líder opositora apelando a una lucha de clases propia del marxismo y, por si fuera poco, luego del fraude del 28 de julio y ante la represión desmedida de la dictadura lamentó que Maduro “destruyó todas esas banderas“, que según Capriles, levantó Chávez “por las causas sociales y atención de los más pobres”, como si el fallecido líder de la revolución bolivariana no hubiera sido el artífice de toda la desgracia que hoy encarna el sucesor que él mismo escogió.
No se equivocó el exvicepresidente de Colombia, Francisco Santos, cuando en una entrevista con PanAm Post aseguró hace un par de años que “Capriles es un caballo de Troya de Maduro”. Tampoco estaba alejada de la realidad María Corina Machado cuando en 2021 pidió “tener cuidado” con las fuerzas que componen la oposición y, en particular, sobre Henrique Capriles aseguró en ese entonces que él “no es parte de la oposición”.
Capriles no será el único
Por el momento, Henrique Capriles ha sido el primero en tomar una decisión luego de las elecciones que solo beneficia a Maduro y divide a la oposición. ¿Será el único? Seguramente no. Cuando el régimen convoque con este mismo Consejo Nacional Electoral (CNE) que anunció un falso resultado sin totalización, sin actas y sin auditorias a los comicios regionales que corresponden para el próximo año, no cabe duda que habrá otros que pasarán la página del fraude en las presidenciales para enfocarse en su supervivencia política en su pequeño bastión cohabitando con la dictadura.
¿Será Manuel Rosales el próximo? No hay que olvidar que el gobernador del estado Zulia intentó una maniobra política junto con Capriles para frenar a María Corina en el camino a las primarias y que posteriormente sorprendió a la oposición con su postulación en último minuto ante el CNE, pero la presión de la opinión pública lo obligó a recular. Hoy, ante la resignación frente a una dictadura que fue derrotada en las urnas pero se niega a entregar el poder, muchos empiezan a sacar sus cuentas en función de sus intereses personales.