El exilio de Edmundo González Urrutia dejó, claramente, un amargo sabor a despedida. Al menos eso se interpretó en su primer comunicado, en el que no hacía tanto ruido lo que decía como lo que omitía. Aquel destemplado mensaje abogando por una “política del diálogo” y resaltando su incompatibilidad con el “resentimiento”, sin insistir en el reclamo de su triunfo comprobado con las actas, tenía un claro tono de capitulación. Sin embargo, la carta enviada con su hija a los manifestantes concentrados este martes frente al Congreso de los Diputados en Madrid representó una especie de rectificación que endereza su postura, alineándose nuevamente con el compromiso adquirido al asumir la candidatura presidencial. Una corrección movida más por la presión que por la convicción.
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Su salida de Venezuela demostraba que la dictadura había logrado doblegarlo con la brutal represión y persecución judicial desplegada desde el día siguiente a la elección, pero fue, sin duda, la última jugada de María Corina Machado –que consiguió impulso con la votación en el parlamento español este miércoles– lo que puso a González Urrutia nuevamente en el carril, pese a las restricciones que implica la condición de asilado.
Resistencia al retiro
Todo parecía indicar que mientras González optaba por el retiro, Machado se quedaba sola encabezando la resistencia. Pero esta ruptura significaría un importante revés para la oposición, ya que si bien ella es la líder que dirige el movimiento popular contra el régimen y quien tiene conexión con la gente, en la formalidad él fue el candidato que derrotó a Nicolás Maduro en las urnas y es el único con la facultad para reclamar la Presidencia y, por lo tanto, quien cuenta con la necesaria legitimidad institucional para capitalizar el respaldo de la comunidad internacional. Presionar a Edmundo González era vital para María Corina Machado no perder todo lo logrado hasta el momento con su proyecto de liberación de Venezuela que comenzó hace más de un año y legitimó con su indiscutible triunfo en las primarias del 22 de octubre de 2023.
Fue por este motivo que la exdiputada liberal elevó la presión a su aliado político al comprometerlo con la eventual juramentación el 10 de enero –pese a que él no parecía estar en sintonía con esta decisión–, además, firmó una proclama para la gobernabilidad y la transición ampliando el espacio político hasta incluir a polémicas figuras disidentes del chavismo y trasladó las protestas a las calles de Madrid, donde se debatía un acuerdo en el Congreso para reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela, sin dejar pasar el detalle de que el exdiplomático de 75 años se encuentra en esa ciudad, donde hace vida una de las comunidades de venezolanos más activas en el extranjero.
El compromiso de no defraudar
El objetivo –por el momento– parece haberse logrado. El Congreso español aprobó con 177 votos la propuesta impulsada por el Partido Popular (PP), que contó con el previsible apoyo de Vox y sumó además a grupos nacionalistas como los vascos, que habitualmente se ponen del lado de los socialistas. Pero no fue poca cosa que la hija de Edmundo González que vive en España respaldara la votación con su presencia en el hemiciclo. Y fue a través de ella que ante los manifestantes convocados por María Corina en Madrid hubo una especie de rectificación, evidenciada en la carta firmada por el hoy reconocido presidente electo de Venezuela por parte de Legislativo español.
“Hago un llamado a la comunidad internacional a redoblar los esfuerzos por la restitución de la democracia y la libertad de Venezuela. La voluntad del pueblo expresada el 28 de julio tiene que ser respetada y la haremos respetar. María Corina y yo les aseguramos que esta lucha que iniciamos continuará hasta alcanzar los objetivos que nos pusimos, hasta el final (…) no desmayen, que no los defraudaré”, se lee en la carta que contrasta con el comunicado que había sido divulgado apenas 24 horas atrás, lo que evidencia un claro efecto de la campaña de presión que emprendió Machado.
Mensaje de nuestro presidente electo Edmundo González Urrutia: pic.twitter.com/tXEZrcNBk1
— Juan Pablo Guanipa (@JuanPGuanipa) September 10, 2024
Presión de María Corina y un respaldo clave en España
Y si bien el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se resiste a reconocer a Edmundo González como el presidente electo de Venezuela, según lo exhorta el Congreso, es importante destacar que por ser España una monarquía parlamentaria tiene mayor peso la decisión del Legislativo, que a fin de cuentas es quien designa al presidente, y que la más alta representación del Estado español en temas de relaciones internacionales es facultad del rey.
No fue casualidad que María Corina Machado insistiera en que Edmundo González se juramentará el 10 de enero luego de su salida del país, que llamara a los venezolanos a manifestarse en la capital española, que divulgara en sus redes sociales –sin perder tiempo– el video donde la hija del exdiplomático lee la carta de rectificación de su postura, y que no solo agradezca al Congreso español por su respaldo sino que además comparta cada una de las declaraciones que sirven para mantener la presión. El documento titulado Proclama de Unión a la Nación Venezolana, hecho público el lunes mientras el país caía en desaliento con el comunicado de González, es otra muestra de la dirección en la que se mueve Machado para mantener viva la lucha que tiene como fin desalojar al régimen de Nicolás Maduro del poder.