Las sanciones y el supuesto “bloqueo” de Estados Unidos a Venezuela forman parte del vacío discurso antimperialista desmontado en más de una oportunidad. Tras el fraude cometido por Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio, la Casa Blanca anunció una serie de medidas restrictivas con las que pretende presionar a Miraflores, pero como advirtió este viernes la agencia Bloomberg, en Washington no parecen dispuestos a “golpearlo donde más le duele”, que sería la revocación de licencias individuales otorgadas a petroleras como la estadounidense Chevron y la francesa M&P, entre otras, por lo que esta nueva ronda de sanciones dirigida puntualmente contra funcionarios responsables de robarse las elecciones terminaría siendo simbólica, ya que carece de la contundencia necesaria para obligarlo a abandonar el poder. Ya el gobierno de Joe Biden ordenó desde abril suspender algunas licencias generales concedidas a Caracas por el incumplimiento del Acuerdo de Barbados, pero las más recientes cifras de intercambio comercial demuestran que en el país norteamericano no parecen estar tan incómodos con hacer negocios con una dictadura.
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Al cierre de julio, la importación de productos agroalimentarios de Venezuela hacia Estados Unidos registró un aumento de 20 % en los primeros siete meses del año en comparación con el mismo periodo de 2023, al subir de 83 millones de dólares a 99,6 millones, según el más reciente reporte divulgado por el Departamento de Agricultura de EE. UU. Y al revisar la información en detalle resalta un producto en particular. Se trata del café venezolano y derivados, que experimenta un alza de 1084 %, considerando que entre enero y julio del año pasado la compra de este rubro por parte de clientes estadounidenses fue de apenas 80000 dólares y en el mismo periodo de 2024 el montó se elevó a 944.000 dólares.
Azúcar y café venezolano
Sin embargo, el récord se registró en 2022, cuando EE. UU. pagó un total de 20,4 millones de dólares por la compra de café venezolano durante todo el año, siendo esta la mayor cifra por la negociación de este producto desde 1999, cuando el monto al cierre del año fue de 46,8 millones de dólares. En 2019 se reportó un total de 2,8 millones de dólares, en 2020 la pandemia del coronavirus llevó las cifras a su más bajo nivel con tan solo 64000 dólares, luego en 2021 el comercio se reactivó con 6,3 millones, registrándose el mencionado pico en 2022 con 20,4 millones, para luego bajar en 2023 a 1,9 millones que, según la tendencia, serán superados este año.
Otro producto que insólitamente está comprando Estados Unidos a Venezuela y la negociación va en ascenso es el azúcar y derivados tropicales, que subió de 4,3 millones de dólares entre enero y julio de 2023 a 11,2 millones durante los primeros siete meses de 2024, un alza equivalente a 159 %, superando ya la cifra registrada durante todo el año pasado, que cerró en 9,2 millones. No obstante, fue también en 2022 cuando se observó un pico en la negociación de este producto al alcanzar los 36 millones de dólares.
Menos café colombiano en EEUU
Por otro lado, llama la atención que mientras Estados Unidos está aumentando la compra de café venezolano, está reduciendo la importación de este rubro proveniente de Colombia, el cuarto mayor exportador de este producto en el mundo. Y es que a pesar de la enorme diferencia en los montos negociados, que en el caso colombiano son significativamente mucho más altos, en los primeros siete meses de 2024 se observa una reducción de 13 % en comparación con el mismo periodo de 2023, cuando la importación fue por 959,5 millones de dólares mientras este año la cifra ha bajado a 843,4 millones.
La compra de café colombiano por parte de clientes estadounidenses se redujo notablemente durante todo el año 2023, cuando el monto cerró en 1551 millones de dólares, mientras en 2022 la cifra total había sido de 2122 millones. La tendencia indica que 2024 cerrará con una cantidad inferior a la reportada el año pasado, que ya marcaba un significativo descenso.