La dictadura venezolana sigue huyendo hacia adelante con la ratificación del fraude electoral haciendo uso de las instituciones bajo su control absoluto. De manera orquestada, mientras el Consejo Nacional Electoral (CNE) ofrecía el segundo boletín de las elecciones presidenciales del domingo cinco días después, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) iniciaba los trámites para la “certificación” del resultado de manera exprés durante la encerrona que significó la citación a los candidatos para que firmaran un compromiso de reconocimiento de lo que disponga la Sala Electoral sin permitir acceso a las actas ni realizar las auditorias contempladas por la ley.
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Como si el proceso electoral no estuviera ya plagado de una larga lista de irregularidades, detalladas por el Centro Carter en su informe posterior a la elección, el TSJ sumó otra más. La premura de Nicolás Maduro por darle alguna apariencia de legalidad a su proclamación fraudulenta llevó a los magistrados leales al oficialismo a admitir un recurso contencioso en la Sala Electoral para “verificar” y “certificar” una elección, extralimitándose en sus funciones que se reducen a la admisión de recursos contra un acto electoral, según se contempla en la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE).
Audiencia en el TSJ: un cheque en blanco al fraude
Y no conforme con eso, la citación a los candidatos este viernes tampoco cumplió con las formalidades de ley, pues nunca se notificó si la comparecencia ante el máximo tribunal era en calidad de testigos, imputados o adherentes. A pesar de la enorme “opacidad”, el candidato presidencial y exrector del CNE, Enrique Márquez, acudió a la cita para “dejar constancia de la falta de transparencia” y solicitar que se le entregaran copias del recurso, de la admisión y de las pruebas que hubiesen sido presentadas. Pero nada de esto ocurrió. Por tal motivo, Márquez fue el único que se negó a firmar el documento con el que el TSJ pretendía que todos los candidatos aceptaran la decisión que tome la Sala Electoral sobre la revisión de los comicios, solicitada por Maduro para quitarle al CNE la obligación de mostrar las actas y así judicializar la elección para intentar legalizar el fraude.
2:37 pm Enrique Márquez explica por qué no firmó el acta del TSJ y pide se publiquen de inmediato las actas. pic.twitter.com/c139WbGEMt
— Ana Rodríguez Brazón (@anarodriguez_b) August 2, 2024
“Vine a ver de qué se trataba y me voy igual”, dijo Enrique Márquez a la salida del TSJ, momento que aprovechó para explicar que se negó a firmar el acta de notificación porque no le fue entregado el recurso para conocer “contra qué concurre” Nicolás Maduro. El resto de los candidatos de la falsa oposición, conocidos popularmente como “alacranes”, sí firmaron, incluso sin saber lo que firmaban, como fue el caso de Antonio Ecarri, quien a pesar de cuestionar el procedimiento y pedir que se muestren las actas, prefirió no incomodar al dictador y firmar adjuntando una observación, según dijo. “Yo no sabía lo que iba a firmar, pero yo soy un respetuoso de las instituciones”, fue su insólita respuesta. Otros, como Daniel Ceballos, simplemente se negaron a declarar a la prensa, evadiendo la infaltable pregunta sobre las actas.
Edmundo González no cayó en la emboscada del TSJ
En consecuencia con lo explicado previamente por la testigo de la Plataforma Unitaria ante el CNE, Delsa Solórzano, Edmundo González, reconocido como presidente electo por una decena de países incluyen a Estados Unidos, no asistió a lo que era una clara emboscada. La silla vacía con su nombre junto a la de Nicolás Maduro evidenciaba la intención de intimidarlo sentándolo justo al lado de quien le robó las elecciones y lo amenaza públicamente con encarcelarlo por reclamar respeto a la voluntad popular con las actas en la mano. La intimidación fue extensiva al resto de los candidato, notándose el tono amenazante contra Enrique Márquez, que se diferenciaba del trato con los que previsiblemente complacieron al dictador firmando el compromiso de aceptación de lo que disponga el TSJ para validar el fraude.
VIDEO | “Con los delincuentes no se negocia”. Maduro en breve conversación con candidatos Enrique Márquez, Daniel Ceballos y Bertuchi pic.twitter.com/pDlQMeLOcN
— Eligio Rojas (@ELESPINITO) August 2, 2024
La intención de dicha citación ante la Sala Electoral era más que evidente. Por si no quedaban dudas, en el acta de la audiencia se insta a “todos los ciudadanos, partidos políticos (…) a acatar y respetar la sentencia inherente al presente caso”, el cual, como explicó Enrique Márquez, nadie conoció en detalle porque no se entregó copia del recurso contencioso presentado por Maduro. ¿Alguien de verdad cree que el TSJ dirá que Maduro cometió fraude?
Lo único que se sabe sobre dicho recurso es lo que dijo la presidente del TSJ, la chavista Caryslia Rodríguez, quien se comprometió a “investigar, verificar y certificar de manera inequívoca e irrestricta los resultados de los comicios”. Maduro insiste en que tiene el 100 % de las actas pero no las muestra. De igual manera, tanto su partido, el PSUV, como el Plan República, tienen las actas pero tampoco las muestran. Sería ingenuo pensar que lo que hará el TSJ será algo distinto a “certificar” los resultados argumentando haber revisado a puerta cerrada las actas, que por supuesto no se harán públicas.
Segundo boletín del CNE vs. reconocimientos a Edmundo González
Casi en paralelo, el presidente del CNE anunciaba el segundo boletín, en el que se le otorga 51,95 % de los votos a Nicolás Maduro y 43,18 % a Edmundo González con el conteo de 96,87 % de las actas, que tampoco muestra el organismo electoral. Así como tampoco publica los resultados desagregados por estado, municipio, parroquia, centro electoral y mesa de votación, como corresponde, pues mientras se ofrecía dicha declaración la página web del CNE seguía caída.
Sin actas presentadas, sin resultados desagregados publicados y con la auditoria ciudadana suspendida, la posibilidad de que el país retorne a la normalidad es nula. La sentencia que pueda emanar del TSJ dominado por el chavismo desde diciembre de 2015, cuando la Asamblea Nacional saliente hizo una sustitución de magistrados con un cuestionado procedimiento exprés, nada aporta, pues además de la falta de credibilidad tampoco es competencia del Poder Judicial “certificar” el resultado de una elección.
Por tal motivo, mientras Nicolás Maduro se atrincheraba en las instituciones que tiene bajo su absoluto control, países como Argentina, Uruguay, Costa Rica, Ecuador y Panamá se sumaban este viernes al reconocimiento de Edmundo González como presidente electo de Venezuela, que habían anunciado previamente Perú y Estados Unidos, alegando que mientras la oposición presentó oportunamente las actas auditables que evidencia su victoria, ni el comando de Nicolás Maduro ni el CNE han podido presentar la evidencia de que lo anunciado por el organismo electoral sea cierto.