Luego de varios meses de espera y una crisis que detonó el 27 de febrero con la súbita suspensión de operaciones por parte de Viva Air, la Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil) aprobó la fusión entre Avianca y la aerolínea low cost, lo que encendió nuevamente las alarmas por la posible derivación de esta integración en un monopolio en el mercado del transporte aéreo en el país sudamericano. ¿Se está realmente avanzando hacia la monopolización de sector? La respuesta corta es no.
- Lea también: Guerra de la inteligencia artificial demuestra que Google no es un monopolio
- Lea también: Consumidores, trabajadores y monopolios: los mercados libres sirven a todos
Más allá de la merecida crítica al presidente Gustavo Petro por la mutación a conveniencia de su discurso, en términos conceptuales era el entonces senador de agosto de 2019 el que estaba equivocado cuando dijo que “un monopolio privado de la aviación como Avianca era peligroso”. Ahora, bajo su gobierno se acaba de aprobar lo que tanto criticaba desde la oposición, aunque con una larga lista de condiciones impuestas por el Estado. En ninguno de los casos se trata de un monopolio real.
La competencia sigue viva
Lo primero que habría que aclarar es que Avianca y Viva Air aún están lejos de monopolizar la oferta de vuelos comerciales en Colombia, entendiéndose como monopolio la situación de un mercado en la que un proveedor ofrece un bien o servicio sin competencia alguna, es decir, es el único que satisface la demanda.
Esto decía el Senador Gustavo Petro sobre el monopolio de Avianca que acaba de autorizar el Presidente Gustavo Petro. https://t.co/O1dYcijfSM
— Daniel F. Briceño (@Danielbricen) March 22, 2023
Con la integración que se acaba de autorizar, Avianca y Viva Air alcanzarían 65 % de la participación del mercado, apareciendo luego Latam con 20 %, Wingo con 4,5 %, EasyFly con 4 %, la estatal Satena con 2,2 % y las demás compañías se repartirían el 4,3 % restante.
Si bien la participación de esta integración es bastante alta, 35 % del mercado aún se lo distribuyen los distintos competidores que en una economía sana tienen posibilidades de crecer.
Una batalla en medio de la guerra de la inteligencia artificial
Hay un caso que se acerca un poco más a la monopolización del mercado, pero la libre competencia ha demostrado en los últimos días que a pesar de la enorme distancia con el más cercano competidor, tampoco califica como un monopolio, según lo explica la Fundación para la Educación Económica en su reciente artículo titulado: “Guerra de la inteligencia artificial demuestra que Google no es un monopolio”.
Y es que la altísima participación de esta empresa en su sector, que supera el 90 %, llevó al Departamento de Justicia de EE. UU. a interponer una demanda contra Google en enero por “monopolizar” la publicidad digital –método de monetización del servicio de búsqueda–. De igual manera, en 2020 el senador republicano Ted Cruz acusó a Google de utilizar su poder de “monopolio” para sofocar las voces conservadoras. Y un año atrás, desde la otra acera política, el senador más izquierdista alineado con el Partido Demócrata, Bernie Sanders, manifestó su deseo de disolver Google por ser supuestamente un monopolio.
Sin embargo, cuando Microsoft anunció hace un mes que Bing –su motor de búsqueda que apenas tiene 3 % de la cuota de mercado– tendría integrada la nueva versión de ChatGPT de OpenAI, golpeó duramente al gigante acusado de monopolio, haciendo que el precio de las acciones de Google cayeran casi 10 %. De esta manera, Bing ha demostrado que con solo 3 % del mercado sigue siendo un competidor que pude poner en aprietos a su rival que acapara más de 90 % de la participación, evidenciándose entonces que Google no es un monopolio porque a pesar de superar masivamente a sus competidores, estos no han desaparecido.
El debate válido: ¿Algunas rutas sin competidores?
Volviendo al tema que hoy abre el debate sobre la creación de un supuesto monopolio en Colombia, Avianca y Viva Air construirán a partir de esta fusión una red aérea de 188 rutas con conexión a 94 destinos que será posible gracias a los 141 aviones que conformarán la flota, considerando que en la actualidad Avianca opera 128 rutas y Viva Air tiene 60, según datos de las compañías reseñados por La República.
Es justamente en el tema relacionado con algunas rutas de donde surgen los señalamientos de monopolización del sector. Si bien se puede dar un “no” rotundo como respuesta corta ante la pregunta de si se estaría creando un monopolio con la integración entre Avianca y Viva Air, al revisar la cuota de mercado por rutas sí hay casos en los que desaparecerían los competidores si no se suman a cubrir esos destinos.
Rutas nacionales ✈️más afectadas por fusión Avianca-Viva o en las que competencia desapareció (IHH)
Bogotá-San Andrés
Bogotá-Cartagena
Bogotá-Medellín
Bogotá-Leticia
Bogotá-SantaMarta
Bogotá-Riohacha
Cali-Cartagena
Cali-Cúcuta
Cali-SantaMarta
Cartagena-Pereira
Medellín-Riohacha pic.twitter.com/D5oQr73m41— Daniel A. Monroy C (@DaniAlejandroM) March 22, 2023
Autorización de fusión con seis condiciones
Las seis condiciones impuestas por Aerocivil para aprobar la fusión entre Avianca y Viva Air parecen ir en la dirección de mantener abierta la posibilidad de la libre competencia, aunque siempre es cuestionable el protagonismo que busca preservar el Estado:
- Respetar los derechos de los usuarios de Viva y reembolsar lo correspondiente a vuelos cancelados, así como permitir volar a quienes tienen pasajes pendientes de ejecutar.
- Devolver los slots (horarios de salida y llegada en aeropuertos) que impliquen agravar la situación de concentración en las franjas más demandadas (prime).
- Mantener el esquema de bajo costo distintivo de Viva Air como opción en materia de transporte aéreo.
- Devolver frecuencias en la ruta Bogotá – Buenos Aires, por considerar que resulta particularmente impactada.
- Mantener un límite de tarifas efectivo en las rutas donde el ente integrado queda con el 100 %.
- Garantizar el dinamismo en las rutas objeto de mayor concentración.
Solo se cerró un capítulo
Esta novela se inició en abril de 2022, cuando Avianca habría comprado acciones de Viva Air sin la previa autorización de la Aeronáutica Civil de Colombia, pero fue en agosto cuando se empezó a especular sobre la supuesta intención de crear un monopolio luego de que se formalizara la solicitud de integración.
El 27 de febrero se desató una crisis en el transporte aéreo colombiana cuando Viva Air suspendió súbitamente sus operaciones, dejando a miles de viajeros varados en los aeropuertos, presuntamente para presionar a las autoridades que en un inicio habían desestimado la fusión. La aerolínea low cost insistía en que su capacidad económica era cada vez más reducida y si no se concretaba la integración no podría seguir operando.
Con la autorización por parte de Aerocivil solo se cierra un capítulo. Las partes interesadas deberán aprobar las condiciones establecidas por el ente gubernamental y tal parece que Avianca tiene algunas observaciones que en caso de no ser tomadas en cuenta podría echar para atrás la integración. Además, los competidores –reconocidos como terceros interesados– podrían presentar una apelación a la decisión. Y por si fuera poco, hay una investigación en curso por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) por la presunta negociación que se habría realizado en abril pasado sin el debido permiso del ente regulador.