Pedro Castillo se prepara para enfrentar la tercera solicitud de vacancia en menos de año y medio de gobierno. Si bien el mapa político del continente está casi por completo pintado de rojo, los actuales líderes de la izquierda lucen bastante débiles en comparación con sus mentores de la pasada generación liderada por Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Evo Morales, Rafael Correa y Luiz Inácio Lula da Silva, quien en su retorno al poder tampoco tendrá la misma capacidad de maniobra que hace una década atrás. Y ha sido justamente la presidencia de Castillo la más frágil. Ha superado dos pedidos de destitución pero no hay garantía de que se salve del tercero. También tiene seis investigaciones en Fiscalía y una larga lista de escándalos de corrupción que lo persiguen.
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Será este miércoles 7 de diciembre cuando se someta a debate y votación final la tercera solicitud de destitución del mandatario peruano. Es la segunda vez en los tres intentos que se aprueba la admisión a trámite, en esta ocasión con 73 votos a favor, 32 en contra y seis abstenciones. Teniendo en cuanta que se requiere contar con al menos 40 % de los congresistas presentes, el mínimo requerido en la votación de este jueves para avanzar a la fase final era de 48 votos.
El primer pedido de vacancia se quedó a mitad de camino. Cuando hace justamente un año se pretendió destituir a Pedro Castillo con menos de cinco meses en el cargo, se requería el voto de 52 congresistas para que se admitiese el pase a debate, pero la iniciativa en ese momento solo consiguió el respaldo de 46 legisladores. Hubo 76 votos en contra.
Tres meses después se presentó la segunda solicitud de vacancia. En esa ocasión la iniciativa sumó más adeptos y logró pasar a debate final con un resultado totalmente opuesto al anterior. Un total de 76 congresistas votaron a favor, mientras que 46 se expresaron en contra y hubo una abstención. Sin embargo, en el debate final muchos cambiaron de opinión o prefirieron abstenerse. Castillo se salvó por segunda vez al quedar dividida la votación: 55 a favor, 54 en contra y 19 abstenciones.
Para que el pedido de destituir a Pedro Castillo se haga efectivo se requiere el voto favorable de al menos 87 parlamentarios. El rechazo al mandatario parece haberse incrementado. Los promotores de la medida estiman que cuentan con los votos para que Castillo abandone la Casa de Pizarro antes de Navidad. Si no se repite el escenario de marzo pasado, haría falta que se sumen 14 votos a los conseguidos este jueves al aprobar la admisión del trámite.