El acuerdo firmado este sábado en México entre el régimen de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria de la oposición, el cual se centra en la “recuperación de recurso del Estado”, así como la autorización inmediata por parte del Gobierno de Estados Unidos a la petrolera Chevron para reanudar operaciones de extracción en Venezuela, demuestran que –una vez más– el chavismo es el único que saca provecho de estos procesos de diálogo.
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Del “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres” nada se ha hablado. Tampoco se puede olvidar que en el primer acuerdo firmado en octubre del año pasado, la delegación oficialista logró que su contraparte aceptara ser considerada como una “plataforma unitaria” y no como un “gobierno interino”. Por lo tanto, la representación del extinto interinato nada ha conseguido hasta el momento, mientras en Miraflores celebran un resultado parcial de tres goles a cero.
Los dirigentes catalogados como “opositores” han reducido además sus exigencias, haciendo a un lado lo político para enfocarse en lo social. Según un comunicado de la Plataforma Unitaria, publicado el jueves, la oposición vuelve a México “con la urgencia y la voluntad de encontrar, de una vez por todas, acuerdos tangibles y reales que se traduzcan en soluciones para la crisis humanitaria”.
Oposición olvida en diálogos en México la corrupción del chavismo
Es así como este sábado se firmó el Segundo Acuerdo Parcial de la Protección del Pueblo Venezolano, cuyo objetivo principal es la recuperación de recursos del Estado bloqueados en el sistema financiero internacional, para “invertirlos en Venezuela en el servicio eléctrico, en agua, en salud, en educación”, según reseñó la agencia EFE. Administración que sin duda quedará en manos del régimen chavista, olvidando la enorme lista de casos de corrupción encabezada por el lavado de unos 350 millones de dólares junto con el empresario colombiano Álex Saab, señalado por EE. UU. como testaferro de Maduro, y quien se encuentra preso esperando juicio en una cárcel de Miami. Pero la prioridad de la dictadura chavista es pedir su liberación, razón por la cual incluyó a su esposa, Camila Fabri, en su delegación.
#OJO Aquí pueden leer el documento del segundo acuerdo parcial de la Plataforma Unitaria y la delegación de @NicolasMaduro. Mediador @NorwayMFA 👇 @VozdeAmerica pic.twitter.com/VJrlwISSWL
— Celia Mendoza (@CELIAMENDOZA25) November 26, 2022
Las negociaciones que se iniciaron el año pasado en México fueron suspendidas de manera unilateral por el régimen de Maduro justamente en protesta por la extradición de Álex Saab de Cabo Verde a Estados Unidos. Ahora, la oposición dirigida por Juan Guaidó, que tenía el control de los recursos del Estado venezolano en el exterior, específicamente en EE. UU., deberá “cooperar” con todo lo relacionado a “gastos humanitarios” como el pago de proyectos de atención médica o la reparación de las redes eléctricas. Con la llegada al poder del izquierdista Gustavo Petro en Colombia, Guaidó también perdió el control de Monómeros, la filial de Pequiven que se encuentra en territorio colombiano.
EEUU autoriza retorno de Chevron a Venezuela
El régimen chavista, que estuvo acorralado por la comunidad internacional, sigue viéndose beneficiado con los cambios políticos en el continente y con estos procesos de diálogo que le permiten incrementar su acceso a recursos para seguir financiando la dictadura. Mientras en México se firmaba este segundo acuerdo en el que –hasta el momento– nada gana la oposición, el Gobierno de Estados Unidos anunciaba una autorización a la petrolera Chevron para retomar operaciones limitadas de extracción de recursos naturales en Venezuela como una nueva medida del Departamento del Tesoro que refleja la política de largo plazo de “proporcionar un alivio de sanciones específico basado en pasos concretos que rebajan el sufrimiento del pueblo venezolano y apoyan la restauración de la democracia”.
La decisión sobre Chevron autoriza transacciones necesarias para ciertas actividades relacionadas con la gestión por parte de Chevron o sus filiales de sus empresas conjuntas que involucran a PDVSA o a cualquier entidad en la que PDVSA posea, directa o indirectamente, una participación de 50 % o más.
Una fuente oficial estadounidense reseñada por EFE añadió a la prensa que la licencia emitida estará en vigor seis meses y que el Ejecutivo estadounidense se reserva la potestad de modificarla o revocarla en cualquier momento si el régimen venezolano no negocia de buena fe o no mantiene sus compromisos. También aclara que PDVSA no recibirá ningún beneficio de la venta de crudo porque, según precisó, estos irán dirigidos al pago de la deuda a Chevron.
Régimen chavista toma ventaja
Pese a las limitaciones, la medida constituye una flexibilización en las sanciones que ha reclamado el chavismo. Como parte de estas negociaciones en las que aparece Washington como protagonista, a inicios del mes pasado, el presidente Joe Biden, perdonó y permitió la liberación de Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, los sobrinos de Cilia Flores, la esposa de Nicolás Maduro, los cuales se encontraban presos desde hace siete años en Estados Unidos por delitos de narcotráfico. Esto a cambio de los directivos de Citgo, de nacionalidad estadounidense, encarcelados en Venezuela.
Es evidente entonces cómo la delegación oficialista es la única que hasta la fecha ha resultado victoriosa desde que se iniciaron estos diálogos hace poco más de un año. El Gobierno interino firmó su propia sentencia de muerte, Miraflores sigue recuperando el control de recursos del Estado en el extranjero y la Casa Blanca continúa aliviando sanciones que, de una u otra forma, le permiten a Maduro proyectar una aparente normalidad democrática y económica.