
Gustavo Petro reapareció en un acto de campaña en la fronteriza ciudad de Cúcuta y el acercamiento con Nicolás Maduro no fue solo geográfico. Como aquel 4 de agosto de 2018 cuando en plena avenida Bolívar del centro de Caracas, Nicolás Maduro fue rodeado con escudos de seguridad debido a un supuesto atentado con drones, el candidato a la Presidencia de Colombia por izquierdista Pacto Histórico se presentó este jueves en un mitin en Cúcuta con un esquema seguridad similar –otorgado por el Gobierno nacional– que apenas permitía verlo. Pero la noticia no fue solo la inevitable comparación con Maduro sino el anuncio de restablecer relaciones con el dictador venezolano en caso de llegar a la Casa de Nariño.
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“Cúcuta no puede ser ciudad, no puede prosperar, no puede superar los problemas sin abrir las fronteras. Que las relaciones diplomáticas se restablezcan normalmente es un tema difícil, polémico incluso. A escala mundial debatible, indudablemente, pero yo no veo alternativa para Cúcuta si no hay restablecimiento cabal de la relaciones diplomáticas y consulares entre los dos países”, dijo Petro en la capital de Norte de Santander, tradicionalmente de centroderecha.
Vale recordar que en este departamento solo hubo 6,5 % de participación en la consulta para escoger al abanderado del Pacto Histórico. Adicionalmente se pudo observar cómo la coalición de centroderecha Equipo por Colombia, que escogió a Federico ‘Fico’ Gutiérrez como su candidato, logró en este departamento una participación de 9,2 %. Los números fueron demoledores para Gustavo Petro en las elecciones presidenciales de 2018, cuando en Norte de Santander perdió por una diferencia de casi 60 puntos, tras conseguir apenas 18 % de los votos frente a 77,9 % que logró Iván Duque.
Un disimulo temporal de campaña
Aunque Petro ha intentado desmarcarse del chavismo, nadie olvida que fue el anfitrión de Hugo Chávez durante su primera visita a Colombia. Ya bajo el mando de Nicolás Maduro, también viajó a Caracas para “pedir financiamiento para su campaña”, según palabras del segundo hombre del chavismo, Diosdado Cabello.
No causa sorpresa el anuncio de restablecer las relaciones con un régimen investigado en la Corte Penal Internacional (CPI) por violaciones de derechos humanos y acusado por Estados Unidos de narcotráfico. El distanciamiento ha sido un disimulo temporal para evitar las comparaciones en medio de la campaña. Pero este reciente anuncio no hace más que corroborar las coincidencias ideológicas que lo llevarían a abrir las fronteras y, seguramente, establecer una alianza estrecha entre la Casa de Nariño y Miraflores.
Las relaciones diplomáticas con la dictadura venezolana se rompieron en febrero de 2019, cuando el presidente colombiano Iván Duque lideró una coalición internacional para cercar a Maduro y desde entonces Bogotá reconoce al opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. Pero como si se tratara de una proyección, en términos psicológicos, Gustavo Petro aseguró este jueves en Cúcuta que son Duque y Maduro quienes tienen un parecido en su manera de gobernar.