
Atrás quedaron el cese de la usurpación, el gobierno de transición y las elecciones libres que exigía el extinto interinato dirigido por el partido Voluntad Popular bajo la figura de Juan Guaidó. Ahora el líder fundador de esta organización política, Leopoldo López, defiende el derecho a “pegar un afiche o una calcomanía” para participar en los comicios regionales pautados por el régimen para el próximo 21 de noviembre, aunque a su vez afirma que estas “no son unas elecciones libres”. Una declaración insólita, incoherente y que constituye una burla para los cientos de miles de venezolanos que creyeron en “La Salida” que prometía hace siete años en las calles y en el “Gobierno interino” que se instaló en 2019 con la promesa de desplazar al usurpador.
El cantinflérico discurso del presidente peruano Pedro Castillo en la cumbre de la CELAC en México, donde pedía “concretar un hecho concreto” quedó en pañales al lado de la incomprensible declaración que ofreció Leopoldo López a VPITV durante el Oslo Freedom Forum celebrado en Miami, Estados Unidos. No conforme con eso, compartió el video en su cuenta de Twitter con el mensaje: “Esto es lo que pienso de las ‘elecciones’”.
Esto es lo que pienso de las “elecciones” en #Venezuela. pic.twitter.com/9soejj4hhW
— Leopoldo López (@leopoldolopez) October 6, 2021
¿Qué intentó decir?
Lo que difunde como su postura y –muy probablemente la de su partido– es un absurdo, una incongruencia, un episodio bizarro, una decepción más para los venezolanos que ratifican cómo esta mal llamada oposición prolonga la cohabitación con la dictadura a cambio de pequeñas parcelas de poder para garantizar la subsistencia de quienes viven de la política.
“Yo creo que estas elecciones, primero no son unas elecciones, creo que son un evento electoral que ha convocado la dictadura en donde no hay ninguna condición. He tenido algunas conversaciones con compañeros y me dicen: ‘bueno, ¿y por qué tú dices eso?’ Y yo lo digo porque es la verdad. Ahora, que estemos nosotros… que tengamos participando… y que tengamos una gente que está utilizando este espacio, este evento, para organizarnos, para movilizar, para poder pasar el mensaje, para poder recorrer las calles, para poder pegar un afiche, una calcomanía, eso es otra cosa. Pero lo que nosotros no podemos es decirles mentiras a los venezolanos y al mundo. Nosotros no podemos decir que son unas elecciones libres porque no las son”.
Para hacer aún más incoherente el mensaje, cuando la periodista le pregunta qué pasaría si sufren una derrota, López opta por citar al expresidente del gobierno español Felipe González –por cierto, un socialista a quien dijo admirar– responde lo siguiente: “Yo creo que lo que nos corresponde en estos momentos es administrar las expectativas. La expectativa no la podemos crear diciéndole a la gente que vamos a ganar todo, como pasó en el año 2017, cuando creamos una expectativa de que íbamos a ganar 23 gobernaciones y la realidad fue muy distinta, y eso generó desilusión”.
Sirviéndole la mesa a Maduro
En resumen, el líder de Voluntad Popular está pidiendo a los venezolanos participar en unas elecciones que –según él mismo reconoce– no son libres y no ofrecen garantías, pero además recomienda no tener altas expectativas y prepararse para la derrota. Todo esto ocurre en medio de un nuevo proceso de negociación con el régimen que se lleva a cabo en México, donde una de las principales condiciones de Nicolás Maduro era la participación en estas elecciones para así legitimar no solo a los gobernadores y alcaldes que resulten electos en esta farsa electoral sino también a la Asamblea Nacional escogida el pasado 6 de diciembre –la cual no fue reconocida por la “oposición” ni gran parte de la comunidad internacional– y, lo más importante para él, su investidura como presidente.
“El 21 de noviembre me siento en mi butaca, prendo el televisor y empiezo a comer cotufas para disfrutar el momento en que Juan Guaidó vaya a votar a las elecciones y reconozca el Consejo Nacional Electoral. Porque en el momento en que ellos inscriban sus candidatos están reconociendo al Consejo Nacional Electoral electo por la Asamblea Nacional legítima instalada el 5 de enero, es la verdad”, dijo Maduro el 1 de septiembre en cadena de radio y televisión.
Una confesión evidente del verdadero propósito del proceso de diálogo para el cual se ha prestado esta “oposición”, que además renunció a la existencia del Gobierno interino en el momento en que firmó el memorando de entendimiento en el que aceptó reducirse a una “Plataforma Unitaria”, mientras la otra parte es reconocida como el “Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela”.