Desde la firma del Acuerdo de Paz de La Habana mucho se ha insistido en una pacificación con impunidad, que solo ha servido para alimentar el discurso de la izquierda que busca normalizar en la sociedad la defensa de los criminales y la condena a las fuerzas que garantizan la seguridad y el orden en Colombia.
Esa peligrosa obsesión del Foro de Sao Paulo –hoy reconfigurado en el Grupo de Puebla– por imponer su fracasado socialismo en la región sigue con la mira puesta en Colombia. Pero en su imperiosa necesidad de quitar del medio al expresidente Álvaro Uribe y su partido, el Centro Democrático, se está causando un daño no solo al Gobierno del presidente Iván Duque sino al Estado y a una sociedad que –como todas– aspira a un cambio, que no siempre termina siendo para bien. Y Venezuela es el mejor ejemplo.
El secuestro de más de 100 soldados
De manera casi imperceptible se ha venido normalizando en Colombia la defensa de los criminales y la condena al Estado, representado –en este caso– en sus fuerzas militares. Resulta casi insólita la noticia reseñada este domingo por Blu Radio sobre la situación que enfrentaban más de 100 soldados en el municipio de Argelia, departamento del Cauca, donde supuestos miembros de la comunidad retuvieron a los uniformados para luego exigirles salir de la zona. Su delito: haber desplegado operaciones militares contra criminales de las llamadas “disidencias” de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los soldados fueron retenidos desde el pasado sábado 17 de abril en el sector El Plateado, donde más de 150 personas se han visto obligadas a desplazarse por los fuertes enfrentamientos. Finalmente en horas de la mañana de este lunes fueron liberados, según informó el general Marco Vinicio Mayorga, comandante de la Tercera División del Ejército.
“Los soldados ya fueron liberados, estuvieron secuestrados por más de 24 horas y obligados a salir del territorio (…) la acción de enfrentarse a la tropa y sacarlos del territorio (…) es una muestra de que están alineados con ellos y puede haber presiones, pero, de fondo, es el negocio del narcotráfico”, dijo el general, según declaraciones recogidas por El Tiempo.
Cepeda preocupado por la seguridad del criminal Monsalve
Pero lo irónico es que esta situación que sería motivo de alarma por riesgo a la seguridad en cualquier país, la sociedad colombiana parece haberla observado desde la distancia con cierta normalidad, mientras por otro lado se viene desplegando una campaña ante la preocupación por la seguridad de un criminal: Juan Guillermo Monsalve.
El senador por el izquierdista Polo Democrático, Iván Cepeda, exhortó la semana pasada a través de su cuenta en Twitter al director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) para que le garantice la seguridad en una casa fiscal a su testigo estrella en el caso contra el expresidente Álvaro Uribe. Esto a raíz de la solicitud del director del INPEC a la Corte Suprema de Justicia para que reconsidere la permanencia de Juan Guillermo Monsalve en una casa fiscal.
¡Vaya, vaya! Ahora el director del INPEC dice que no puede garantizar la seguridad de Monsalve en una casa fiscal, pero en cambio sí la puede garantizar en un patio, donde hace algún tiempo ya intentaron envenenarlo. ¿Qué piensan ustedes?
— Iván Cepeda Castro (@IvanCepedaCast) April 13, 2021
Cepeda recordó que el testigo sufrió un atentado en la cárcel La Picota, pero sobre el riesgo que enfrentaron más de 100 soldados secuestrados en una zona de enfrentamientos por parte de una comunidad controlada por los criminales, no dijo una sola palabra en sus redes. Todo parece indicar que su única preocupación es proteger a un criminal que resulta útil para sus intenciones de desaparecer del mapa político al expresidente Uribe.
“El INPEC debe garantizar la disciplina y el régimen que debe imperar en los centros carcelarios y penitenciarios, pero no significa poner en riesgo un testigo que está en riesgo y que tiene poderosos enemigos”, dijo Iván Cepeda, según reseño W Radio.
Una vida de lujos en prisión
La solicitud del INPEC se produjo luego de que un informe de la revista Semana revelara irregularidades del exmiembro del grupo criminal ‘Los Rastrojo’ en su sitio de reclusión, donde disfruta de una vida de lujos a pesar de enfrentar una condena de 40 años de cárcel por los delitos de secuestro extorsivo, porte ilegal de armas y concierto para delinquir. Semana reveló incluso imágenes en las que se observa a Monsalve siendo anfitrión de fiestas en su lugar de reclusión.
#SemanaDiceLaVerdad aunque les duela! Qué hacemos!! Lean toda la verdad sobre Monsalve y los testigos que la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA convirtió a las patadas, dizque en “estrellas” https://t.co/fOjQAf5eDH
— ANDREA NIETO (@MAndreaNieto) April 10, 2021
El caso que involucra al exmandatario colombiano comenzó en 2012, cuando Álvaro Uribe interpuso una denuncia contra Cepeda por presuntamente haber ofrecido beneficios a presos para que declararan contra él en procesos relacionados con paramilitarismo. Pero luego de seis años de investigaciones, el caso dio la vuelta y se volcó contra el expresidente.
La Corte Suprema comenzó a investigar a Uribe por el mismo delito que investigaba a Cepeda. Según la Corte, el expresidente habría intentado manipular a testigos por intermedio de su abogado, Diego Cadena, entre ellos a Juan Guillermo Monsalve. Es por esta razón que Iván Cepeda se muestra tan preocupado por la seguridad de su testigo estrella, un criminal con el que busaca hacerle el trabajo sucio a la izquierda de sacar del medio al político más influyente de las últimas dos décadas en Colombia.