Preservar la seguridad, la institucionalidad y la democracia es el único pedido al que responden los militares estadounidenses. Así lo aclaró un grupo de oficiales del Pentágono ante la revancha política de los demócratas contra el presidente Donald Trump, con Nancy Pelosi a la cabeza, tras la irrupción el miércoles en el Capitolio de un centenar de manifestantes en apoyo al mandatario.
Funcionarios del Departamento de Defensa señalaron que no aceptan presiones externas y continuarán reconociendo a Trump como el comandante en jefe, ya que no tienen la intención de participar en un golpe militar, según David Sanger y Eric Schmitt, dos reporteros de The New York Times que hablaron con oficiales del Pentágono. Así lo reseñó The Western Journal.
“Ellos señalaron que Trump sigue siendo el comandante en jefe, y mientras no sea removido de su cargo, los militares están obligados a acatar sus órdenes legales. Si bien los oficiales pueden negarse a cumplir las órdenes que consideren ilegales o retrasar el proceso enviando esas órdenes para una revisión legal minuciosa, no pueden sacar al presidente de la cadena de mando. Eso equivaldría a un golpe militar, dijeron los funcionarios”.
Intereses políticos de los demócratas
De esta manera se frustra el intento de la presidente de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, de negar al presidente Trump el acceso a los códigos de armamento nuclear, como había solicitado el viernes al general Mark A. Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto.
La información publicada en The Western Journal señala que “no está claro qué motivó la llamada de Pelosi a Milley” porque según este artículo “no parece existir una amenaza específica de Trump, lo que sugiere que la solicitud obedecía a intereses políticos”.
The New York Times agrega que “el único tema que más ha preocupado a los oficiales es el anuncio de Irán de que ha comenzado a enriquecer uranio hasta un 20 % de pureza, cerca de la calidad necesaria para fabricar una bomba”. En este sentido, recuerda que en diciembre “Trump consideró opciones militares que podrían tomarse en respuesta a la creciente producción de combustible nuclear de Irán, pero varios altos funcionarios, entre ellos el general Milley y el secretario de Estado, Mike Pompeo, lo disuadieron de hacerlo”.
Trump es la única persona que puede ordenar una acción militar
El presidente electo, Joe Biden, no toma posesión del cargo hasta el próximo 20 de enero. Por lo tanto, Donald Trump sigue siendo la única persona en el Gobierno con capacidad para ordenar directamente una acción militar y tiene la discreción de hacer uso del arsenal nuclear estadounidense si así lo considera.
“Cualquier intento de negarle las herramientas para llevar a cabo sus deberes de presidir la seguridad nacional sería ilegal, a menos que haya una invocación de la Enmienda 25, o que se determine que haya dado órdenes ilegales al Pentágono”, concluye The Western Journal.
Pelosi y otros demócratas han aprovechado el bochornoso episodio ocurrido el miércoles en el Pentágono para justificar la persecución contra Trump, iniciada casi desde sus primeros días como presidente. La presidente de la Cámara baja pidió apoyo al vicepresidente Mike Pence para invocar la Emienda 25 y destituir de esta manera a Trump.
Como Pelosi no recibió de Pence una respuesta favorable a esta solicitud, acudió al Pentágono para intentar quitarle el poder militar al presidente y, en paralelo, anunció que este lunes presentará al Congreso una propuesta para acusar a Trump por “incitar a una insurrección” y pedir su inhabilitación para ocupar futuros cargos políticos, lo que sería el segundo intento de someterlo a un impeachment.
La policía permitió ingreso al Capitolio
Curiosamente, la cadena CNN –de línea editorial crítica al presidente Trump– publicó una entrevista a una seguidora del mandatario que estuvo el miércoles a las puertas del Capitolio, en la cual se pone en duda que el asalto al Congreso haya sido tal, pues asegura que la policía abrió paso a los manifestantes para que ingresaran.
“En la capital los policías nos estaban dejando entrar, no estábamos tumbando cosas, no como el Black Lives Matter movement que destroza todo (…) La policía no nos detuvo, la policía nos estaba diciendo que entráramos, que estaba bien. Yo estaba en la escena”, dijo a CNN Fátima Díaz, una joven de origen mexicano que viajó desde McAllen, Texas a Washington para apoyar a Trump.
A pesar de que estaban siendo exhortados por los funcionarios policiales a ingresar al Capitolio, Díaz afirma que ella no fue parte del grupo de agitadores que irrumpió en el Congreso, que además asegura no eran seguidores del presidente.
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