La búsqueda de un mejor lugar para vivir es sin duda el mayor resumen de la historia de la humanidad. La capacidad de adaptación de la especie humana ha permitido que esa búsqueda no tenga límites geográficos. Así, el ser humano logró expandirse por el mundo hasta conquistar los cinco continentes. La necesidad de supervivencia frente a las condiciones climáticas motivó el desplazamiento de los primeros migrantes. En la actualidad, la mayoría de los migrantes huyen de conflictos armados, inseguridad y miseria. En muchos casos estos tres factores se juntan en uno solo: socialismo.
Un migrante es hoy una persona que se desplaza o se ha desplazado a través de una frontera internacional o dentro de un país, fuera de su lugar habitual de residencia. Así lo define la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), organismo que estima en 272 millones la cifra de migrantes internacionales en el mundo, según datos al cierre de 2019.
Hace 20 años, la Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró el 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante. Ese mismo día, pero en 1990, la Asamblea adoptó la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familias.
Al menos 100 millones de personas han huido de sus hogares en la última década, según el informe Desplazamientos forzosos en 2019 de la agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) publicado por ABC. Las principales oleadas han ocurrido como consecuencia de la guerra en Siria, la crisis política en Sudán del Sur, los desplazamientos desde países africanos a Europa por el Mediterráneo y el éxodo masivo de venezolanos que huyen del socialismo implantado en la nación con las mayores reservas de petróleo mundo.
Huir del comunismo
Pero, ¿adónde huyen los migrantes? Y ¿qué buscan los migrantes? Según los últimos datos publicado por la ONU, en Estados Unidos viven 50.661.149 personas nacidas en el extranjero, lo que convierte al país considerado como la cuna del capitalismo en la nación con más recepción de migrantes en el planeta. La cifra de migrantes en la Unión Americana equivale a 15,48 % de la población.
Todos buscan vivir en un sistema democrático de libertades políticas e ideológicas donde sea posible obtener una remuneración justa por sus horas de trabajo para desarrollarse como individuos y progresar en un sistema de libre mercado. Esto se llama capitalismo.
Lo contrario es lo que muchos de estos migrantes dejan atrás. La comunidad china, cubana y la creciente migración venezolana en Estados Unidos así lo confirman. A pesar de las distancias geográficas y culturales, los migrantes de estos países tienen algo en común: el comunismo del que escaparon.
Con la derogación de la ley “pies secos, pies mojados” en los últimos días del gobierno de Barck Obama ha disminuido la dramática escena que era el pan de cada día: cubanos lanzándose al mar en improvisadas balsas para escapar del régimen comunista de los Castro. Lo contrario jamás se ha visto. Mientras en Cuba haya comunismo y en Estados Unidos capitalismo no veremos balsas de Miami a La Habana.
El drama de la migración venezolana
Esta triste escena se ha repetido recientemente en el Caribe, pero un poco más al Sur. Son más de 100 venezolanos los que han muerto en el mar intentando huir del socialismo en botes improvisados. De la nación que era la más rica de Latinoamérica muchos migrantes escapan hoy a pequeñas islas del Caribe que dentro de sus limitaciones ofrecen una mejor calidad de vida. No obstnate, el riesgo es muy alto. En el más reciente naufragio de migrantes a Trinidad y Tobago se ahogaron los sueños de 28 venezolanos, entre ellos varios niños.
En total, la Organización de Naciones Unidas (ONU) estima en 5,4 millones el éxodo de venezolanos que ha provocado el socialismo. La mayoría se ha establecido en Colombia por la cercanía y las facilidades migratorias. Según la más reciente cifra de Migración Colombia, divulgada este miércoles, en este territorio se han radicado poco más de 1,7 millones de venezolanos. En segundo lugar aparece Perú con 692.000 y en tercero Estados Unidos con 255.000. Aunque el objetivo final de la gran mayoría sería llegar a la cuna del capitalismo, la falta de una visa para ingresar a la nación norteamericana e incluso de un pasaporte para abordar un avión restringe las posibilidades de alcanzar el sueño americano.