A una semana de las elecciones presidenciales en Estados Unidos no se ha iniciado una transición de poder porque no hay oficialmente un presidente electo. Si bien la tradición ha sido considerar como ganador al candidato proyectado por los medios, también ha sido necesario que su rival reconozca la derrota. Y esto no ha ocurrido. Por tal motivo, Emily Murphy, directora de la Administración de Servicios Generales del Gobierno no ha firmado la carta protocolar necesaria para iniciar un traspaso.
Las miradas de la prensa recaen ahora sobre Emily Murphy. Ella es la responsable de emitir y firmar la carta de verificación, un documento protocolar necesario para iniciar la transferencia de poder. El New York Times reseña que los funcionarios de transición de Joe Biden, proyectado por los medios como el virtual ganador, se comunicaron el lunes con la alta funcionaria del Gobierno para pedirle que cesara su “injustificada obstrucción”.
Murphy tiene la autoridad legal para iniciar la transición con la liberación de 6,6 millones de dólares. Este monto corresponde a fondos federales presupuestados para el traspaso de poder. En este proceso se proveen espacios de oficinas y se les permite a los miembros del equipo del presidente electo visitar despachos gubernamentales y solicitar información.
Funcionarios de Biden reclaman traspaso
El diario neoyorquino señala que los funcionarios del equipo de Biden que hablaron con la prensa el lunes en la noche y pidieron no ser identificados, dijeron que la “inacción” de Murphy les impedía trasladarse a oficinas gubernamentales, incluidas instalaciones seguras para discutir información clasificada.
Los funcionarios de transición del demócrata reclaman que no han podido reunirse para iniciar verificación de antecedentes de los principales nominados al gabinete de Biden, ya que para eso necesitan tener acceso a información ultrasecreta.
El problema radica en que dada la complejidad del proceso que aún no culmina, no hay presidente electo en Estados Unidos sino un candidato proyectado como eventual ganador. Hay que tomar en cuenta que en la Unión Americana no existe un organismo electoral sino 50 organismos estatales con reglamentos diferentes.
Por estos motivos no se puede declarar oficialmente un ganador hasta que emitan su voto los 538 electores estatales. Y esto no ocurrirá hasta el 14 de diciembre. Se suma el factor de que no ha habido un reconocimiento por parte del presidente Donald Trump a los resultados proyectados por los medios. Además, el equipo de campaña del republicano impugnó la elección en Arizona, Nevada, Georgia y Pensilvania.
Apegados a precedentes y a la Constitución
Pero esta situación no es inédita. Después de la elección presidencial del año 2000 se demoró por varias semanas el inicio de la transición debido a la batalla legal entre el republicano George W. Bush y el demócrata Al Gore. Finalmente el republicano se quedó con la Presidencia. Un funcionario de la Casa Blanca citado por el New York Times señaló que sería extraño que el presidente Trump enviara alguna señal relacionada con el inicio de una transición mientras esté en curso la batalla judicial en la Corte Suprema.
En este sentido, Pamela D. Pennington, vocera de la Administración de Servicios Generales, dijo el lunes en un comunicado que “aún no se lleva a cabo una constatación” y que este despacho “seguirá acatando y cumpliendo con todos los requisitos de la ley y se adhiere al precedente establecido por el gobierno de Clinton en 2000”.
Recuerda el New York Times que en un comunicado previo, Pennington resaltó que la Administración de Servicios Generales “no elige al ganador de la elección presidencial”. Agregó que esta oficina “verifica al candidato ganador aparente, una vez que ha quedado claro el ganador según el proceso establecido por la Constitución”.
Pompeo: “Habrá transición a un segundo gobierno de Trump”
Al ser consultad este martes sobre el traspaso de poder, el secretario de Estado, Mike Pompeo, aseguró la permanencia en el cargo del líder republicano. “Habrá una transición tranquila hacia un segundo gobierno de Trump”, sentenció.
Entre risas, Pompeo explicó que la Constitución de los EE.UU. es clara al respecto. Existe un proceso a seguir que continúa y se seguirán contando los votos. También recordó que en el año 2000 se tomó 37 días obtener el resultado electoral.
Batallas en curso
Los grandes medios y las agencias de noticias le concedieron la victoria al demócrata Joe Biden con una proyección de 279 votos electorales frente a 214 del presidente Donald Trump. Este martes, el republicano sumó los estados de Carolina del Norte y Alaska, con lo que llega a 232 votos electorales.
Continúan en disputa Georgia y Arizona, donde el demócrata lidera el conteo con un estrecho margen de 0,2 % y 0,5 %, respectivamente. Si en la verificación de sufragios Trump logra quedarse con la victoria en ambos estados, llegaría a 259 votos electorales. Aún le quedaría dar una dura batalla en la Corte Suprema para arrebatarle a Biden el estado de Pensilvania, donde la diferencia a favor del demócrata es de apenas 0,6 %.