Nicolás Maduro rechazó la tabla de salvación de la Unión Europea (UE). El régimen venezolano descartó la oferta del Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, de enviar una misión de observación electoral para las elecciones parlamentarias si se aplazaba seis meses la fecha.
Con esta propuesta, la dictadura habría logrado cierta apariencia de normalidad democrática. En su lugar, Maduro prefirió continuar sin disimulo por el camino del autoritarismo y ratificó que el fraude electoral se celebrará el próximo 6 de diciembre.
«Ante la invitación que le hiciera formalmente el Poder Electoral para incorporarse al proceso de observación, es lamentable que la Unión Europea responda con un pliego de condicionamientos con la pretensión de desconocer incluso taxativos mandatos constitucionales, en un acto inadmisible que no se corresponde con el espíritu de la invitación realizada», señala un comunicado de la Cancillería del régimen publicado este jueves en su cuenta en Twitter.
#COMUNICADO| Venezuela lamenta el desafortunado comunicado de prensa publicado el día de ayer por el Servicio Europeo de Acción Exterior de la UE y su posición sesgada acerca de las condiciones en las que el pueblo venezolano elegirá a la nueva Asamblea Nacional el próximo 06Dic. pic.twitter.com/PsrBZMmsWI
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) October 1, 2020
El documento agrega que la UE refleja una «posición sesgada» y ratifica la decisión del régimen de llevar a cabo el fraude electoral en la fecha fijada por el árbitro comicial chavista sin ningún cambio.
Borrell y Capriles se quedan con las ganas
Este miércoles la UE advirtió que no avalaría los comicios legislativos próximos a celebrarse en Venezuela si no se postergaba la fecha. Una delegación enviada por Borrell a Caracas se reunió la semana pasada con el jefe de campaña del chavismo, Jorge Rodríguez, para intentar una negociación. El excandidato presidencial, Henrique Capriles, quien había anunciado su intención de participar, hizo este miércoles la misma advertencia que la UE.
Maduro había pactado con Capriles su participación en las elecciones a cambio de un indulto a un grupo de más de 100 presos y perseguidos políticos que se concretó hace exactamente un mes. Según una reciente publicación del diario ABC, fue gracias a la gestión de Borrell, con la intermediación del Gobierno de Turquía, que se había conseguido este acuerdo.
El pasado 2 de agosto el grueso de la oposición, aglutinada en 27 partidos, entre los que se encuentra el llamado G-4, acordó por unanimidad «no participar en el fraude electoral convocado por el régimen de Maduro». La coalición opositora consideró que estos comicios serán manipulados por el oficialismo y que asistir equivaldría a «colaborar con la estrategia de la dictadura».