El Gobierno socialista de Pedro Sánchez sirve la mesa a Josep Borrell para un escenario ideal en sus negociaciones con Nicolás Maduro. La prensa española reveló este viernes que La Moncloa cambiará su embajador en Caracas por un hombre de confianza del alto representante de la Política Exterior de la Unión Europea (UE). Este cambio ocurre justo después de que Borrell enviara una delegación a Venezuela con una propuesta para avalar el fraude del régimen.
La información indica que la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González, finiquita el relevo de Jesús Silva como embajador en Venezuela, así como otros siete altos diplomáticos en la región. El Gobierno español tiene previsto cambiar también a los embajadores de Cuba, Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Jamaica y Trinidad y Tobago.
Aunque el Ministerio de Exteriores maneja estos cambios como “relevos naturales” que ya estaban planificados, en el caso venezolano hay muchos factores que generan ruido. Europa Press afirma que el nuevo embajador que designará España para Venezuela es Juan Fernández Trigo, quien se desempeña actualmente como embajador en Cuba, tras haber sido puesto en el cargo en 2018 por Josep Borrell, cuando ejercía como Ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Pedro Sánchez.
Un embajador para Maduro
El actual diplomático en Caracas, Jesús Silva, fue designado en 2017 durante el Gobierno de Mariano Rajoy. La relación entre Silva y Maduro ha sido polémica. En enero de 2018, el régimen lo declaró persona no grata y Silva se vio obligado a abandonar el país. El desencuentro diplomático se superó unos meses después con el retorno de Silva a Caracas en abril del mismo año.
Silva acogió a Leopoldo López en calidad de huésped desde el 30 de abril del año pasado tras el fracaso de la llamada “Operación Liberad”, que buscaba el derrocamiento de la dictadura. Fuentes del Ministerio de Exteriores aseguran a la prensa española que el cambio de embajador no afectará la presencia del fundador de Voluntad Popular en la sede diplomática.
Este cambio de embajador en Caracas se conoce justo un día después de que Josep Borrell enviara una delegación de la Unión Europea a reunirse con Maduro en Miraflores para negociar las condiciones de las elecciones. La propuesta de Borrell es enviar una misión de observación electoral para dar apariencia de normalidad democrática a las elecciones parlamentarias si acepta aplazarlas seis meses.
De acuerdo con la información divulgada este jueves por el diario ABC, Josep Borrell despachó la delegación a Caracas justo después de salir de una reunión con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, llevada a cabo el miércoles en Bruselas.
Será el Consejo de Ministros que se celebra el próximo martes el que estudiará estos cambios. El relevo definitivo de los embajadores en la región podría concretarse dentro de un mes o mes y medio.
Plan liderado por el Gobierno español
El eurodiputado por Vox, Hermann Tertsch, ya había advertido recientemente sobre un plan para relegitimar a Maduro, encabezado por el Gobierno español en coordinación con la Unión Europea a través de Borrell. A través de su cuenta en Twitter, el parlamentario ofreció detalles de la operación que tiene a Henrique Capriles como ficha interna.
HILO
El gobierno español, encabeza la operación para relegitimar a la dictadura venezolana con unas elecciones bajo Maduro. Falsa oposición y corrupción hunden la opción de Guaido. Con Capriles ahora Maduro, el Foro Sao Paulo y Sánchez quieren salvar al régimen.— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) September 6, 2020
Pedro Mario Burelli, analista político y exdirector de Pdvsa, también alertó hace poco más de una semana sobre lo que él llama la “Operación Capriles”, dirigida desde el exterior por cuatro políticos de la izquierda europea. Uno de ellos es precisamente Josep Borrell.
El propósito de esta operación sería relegitimar a Maduro con las elecciones parlamentarias en las que participará Capriles con el objetivo de dividir a la oposición. Este plan estaría motivado por simple rivalidad ideológica. Burrelli asegura que lo único que busca este grupo de la izquierda europea es impedir el éxito de la estrategia trazada de forma predominante por los presidentes de derecha Donald Trump, Iván Duque y Jair Bolsonaro, que busca el cese de la usurpación.