El opositor ruso, Alexéi Navalny, volvió a la vida. Con una foto convaleciente junto a su familia y un mensaje en las redes sociales, mostró al mundo su recuperación tras haber sido envenenado hace tres semanas. Su pronto retorno a la escena política parece inminente. Según reseña Efe, entre sus planes no está pedir asilo en Alemania sino regresar a su país.
“Hola, este es Navalny”, escribió este martes para acompañar una foto publicada en Instagram junto a sus esposa e hijos desde el hospital de la Charité, en Berlín. El máximo crítico de Vladimir Putin ofreció detalles de su recuperación y destacó la atención recibida en Alemania.
“Ayer fui capaz de respirar por mis propios medios todo el día. No usé ninguna ayuda externa, ni siquiera la válvula más simple en mi garganta. Me gustó mucho. Un proceso asombroso, subestimado por muchos. Lo recomiendo”.
El hospital berlinés había informado en un comunicado sobre la clara mejoría que estaba experimentando Navalny tras haber pasado tres semanas en coma. El opositor ruso fue ingresado el pasado 20 de agosto en un centro de salud de la ciudad de Omsk, Rusia, con signos de envenenamiento, luego de que tuviera que aterrizar de emergencia el avión en el que viajaba. Dos días después fue trasladado a Alemania.
Planea regresar a Rusia
Los resultados de los análisis practicados en Alemania determinaron que Alexéi Navalny fue envenenado con una sustancia neurotóxina del grupo Novichok. Esta sustancia fue desarrollada entre las décadas de 1970 y 1980 por la Unión Soviética. Francia y Suecia confirmaron posteriormente los resultados arrojados por los laboratorios alemanes. Los médicos rusos insistían en que no había rastros de envenenamiento.
Aunque se rumoró en un principio que Navalny podría pedir asilo político en Alemania, la agencia Efe cita a The New York Times, que tuvo acceso a una fuente gubernamental alemana que habría descartado esta opción.
Navalny ya habría manifestado su decisión a las autoridades alemanas, según esta información. “Él no tiene planeado pedir asilo en Alemania, tiene planeado volver a Rusia y continuar su trabajo”.
Tensiones diplomáticas
El envenenamiento de Navalny tensó las relaciones entre Berlín y Moscú. El Gobierno alemán ha presionado a Rusia para que esclarezca sin demora las circunstancias y responsabilidades del caso. París también se sumó a esta petición. Putin rechazó las acusaciones en su contra y aseguró que son “sin fundamento”.
Vale recordar que en la historia reciente de Rusia ha habido varios casos de envenenamiento similares al de Navalny. En 2006, el exespía ruso Litvinenko fue envenenado en un hotel en Londres con polonio 210.
En 2015 y en 2017, el activista Vladímir Kará-Murzá fue hospitalizado con síntomas de envenenamiento. En 2018, Pyotr Verzilov, miembro del grupo activista Pussy Riot, acabó en una unidad de cuidados intensivos con los mismos síntomas.
También en 2018 resultó envenenado el exespía ruso Serguéi Skripal. Las evidencias en este último caso comprometían al Kremlin de tal manera que Reino Unido expulsó 23 diplomáticos rusos y Estados Unidos hizo lo propio con 60 funcionarios del Gobierno de Putin.