La Casa Blanca fue el escenario de un hecho histórico que redefine el equilibrio en el Medio Oriente. Con la firma de los acuerdos de reconocimiento mutuo de Israel con los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin, el presidente Donald Trump se anota una importante victoria diplomática a siete semanas de las elecciones. El anfitrión aprovechó para anunciar que cinco países más se sumarán próximamente al acuerdo de paz con Israel, reseñó Efe.
En la firma de los llamados Acuerdos de Abraham participó el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu; el ministro de EAU, Abdulá bin Zayed al Nahyan; y el titular de Exteriores de Baréin, Abdulatif bin Rashid al Zayani.
Benjamin Netanyahu destacó la importancia de estos acuerdos para avanzar hacia un proceso de paz en la región. «Las bendiciones de la paz que hacemos hoy serán enormes. Primero, porque esta paz eventualmente se expandirá para incluir a otros Estados Árabes y al final acabar con el conflicto árabe-israelí de una vez por todas», recalcó.
El ministro de Exteriores de los EAU espera que este acuerdo ayude a la creación de un Estado palestino. «Este acuerdo nos permitirá seguir defendiendo al pueblo palestino y hacer realidad su esperanza de un Estado independiente dentro de una región estable y próspera».
Para el titular de Exteriores de Baréin, esta declaración representa «un paso histórico en el camino hacia una paz genuina y duradera» en el Medio Oriente, así como una oportunidad para conseguir «seguridad y prosperidad» para la región.
Trump, el pacificador
De acuerdo con lo pactado, Israel frena la anexión de territorios palestinos ocupados y a cambio gana dos aliados. Un artículo de BBC Mundo destaca entre los puntos más importantes del acuerdo el hecho de que Israel reduce su aislamiento regional mientras Irán tiene un nuevo dolor de cabeza con las alianzas de sus enemigos.
Desde 1994 no se lograba un acuerdo de este tipo. En ese año, Israel firmó el tratado de paz con Jordania, que se convertía en el segundo país árabe en reconocer al Estado judío. El primero fue Egipto en 1979. Pero estos no serán los últimos. El presidente de Estados Unidos aprovechó el momento para anunciar que pronto se sumarán cinco países más.
«Tenemos a muchas naciones preparadas para seguir los pasos (…) vamos muy avanzados con cinco países más», adelantó el mandatario estadounidense, quien dijo además que estos acuerdos «marcan un nuevo amanecer para el Medio Oriente», ya que cambian el curso de la historia, tras décadas de divisiones y conflictos.
Frutos de las negociaciones
Para los países del Medio Oriente se trata sin duda de una gran oportunidad para avanzar hacia la paz en la región. Para el anfitrión ha sido el gran momento para mostrarse al mundo como un pacificador.
Desde su llegada al poder, Trump designó a su yerno, Jared Kushner, como enviado especial para Oriente Medio, con la misión de negociar la paz entre israelíes y palestinos. Un hecho crucial en el inicio de la administración Trump fue haber trasladado la embajada de EE. UU. de Tel Aviv a Jerusalén, ciudad sagrada para judíos y musulmanes y que con esta decisión Trump reconocía como capital de Israel.
Frente a los Acuerdos de Abraham, los palestinos reaccionaron con indignación, calificando la decisión de EAU y Baréin como un «golpe mortal» para la solidaridad árabe. No obstante, Trump pronosticó que los palestinos también llegarán «absolutamente» a un acuerdo de paz con Israel «en el momento adecuado», y aseguró que su administración está hablando con ellos.
El presidente Trump puso sobre la mesa la gran incógnita sobre cuáles serán los otros países que se sumarán próximamente al pacto de paz. BBC Mundo especula sobre la posibilidad de que la gran potencia regional, Arabia Saudita, pueda estar entre estos, tomando en cuenta que Riad ya dio una señal al permitir que los vuelos entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos usen su espacio aéreo.