
EnglishEl pueblo venezolano enfrenta una crisis económica de proporciones nunca vistas y el Gobierno de Nicolás Maduro no ha realizado ninguna gestión para contrarrestar la inflación, normalizar el flujo divisas al sector industrial o facilitar el tránsito de mercancías en el territorio nacional.
La respuesta a la crisis ha sido anunciar que la economía del país se encuentra secuestrada por Fedecámaras, es decir, el sector privado. Es una postura absurda, pues es precisamente el Gobierno el que tiene el control de absolutamente todo en el país. El afán de desviar los resultados de una pésima gestión hacia terceros, es un deporte que tiene un solo jugador.
El valor del dólar rompe barreras de alza a diario, y pese la política de “precios justos” que tanto ha cacareado el sector oficial, los precios de todo suben en paralelo. La hiperinflación es un fenómeno que se nos acerca a muy alta velocidad, y uno se tiene que preguntar: ¿Dónde está el Gobierno?
No hay divisas, no hay salud, no hay educación, no hay alimentos básicos, no hay repuestos de nada, y muy pronto hasta la cerveza se acabará. El mal del ex ministro Jorge Giordani está en plena flor, pese a que desde hace más de 10 años, en los que no ha habido mayores cambios, se alertaba que las cosas llegarían a esto. En vez de rectificar y evitar esta coyuntura, el Gobierno clamaba por una guerra económica y prefirió profundizar los controles.
Están profundamente equivocados, quieren quedarse en el poder, y su única preocupación se centra en la pérdida de las próximas elecciones parlamentaria, con trampas y todo. Si tuvieran un solo trofeo, galardón o éxito que mostrar, en relación con su gestión de gobierno, hasta podría justificarse que deseen quedarse en el mando. Sin embargo, con nada que mostrar en las manos, insisten, y el pueblo se dirige hacia el despeñadero. ¿Quién va a recoger los pedazos?
Finalmente unas preguntas en torno a los correctivos ya prometidos:
- ¿Van a elevar el precio de la gasolina?
- ¿Normalizarán la entrega de divisas?
- ¿Cerrarán el capítulo de un dólar al 6.30 por bolívar?
- ¿Van a reducir el tamaño del Gobierno?
- ¿Orientará el gasto social a lo básico?
- ¿Dejarán de regalar el petróleo?
- ¿Sustituirán a los leales por los mejores dentro de la admistración pública?
- Mejor dicho, ¿Van a hacer algo?
Si la referencia de los últimos años vale para algo, la respuesta de todas estas preguntas es evidente. Por ello, la solución es producir un cambio político drástico, porque con esta tribu, como decía el comediante venezolano Chuchín Marcano, en Venezuela no mejora nada el enfermo.