EnglishMuchos que no conocen la realidad venezolana se preguntan por qué en nuestro país se vive un permanente conflicto entre venezolanos adeptos al gobierno y los que no. Reduciendo montañas de información y horas de discusión sobre este tema, se trata simplemente de lo siguiente:
El gobierno, cuya legitimidad es cuestionada, insiste de que como llegó al poder por vía democrática, puede adelantar cualquier proyecto político sin tomar en cuenta las aspiraciones de la minoría. Sin entrar en los detalles de quién es minoría y cuándo o de qué manera han ganado las elecciones, y cómo se ha ejercido el poder, lo cierto es que el gobierno, con o sin razón, quiere imponer una agenda comunista a como dé lugar.
Por otra parte, hay una porción de la población muy importante, hoy probablemente mayoritaria, que prefiere no solo mantener nuestra insipiente democracia sino desarrollarla y profundizarla.
El 2 de diciembre del 2007 hubo un referéndum en Venezuela donde la población votó en contra de cambiar la identidad política del país, es decir se votó en contra de modificar la Constitución para transformar a Venezuela en un país comunista. No entraremos a describir la manipulación del conteo de los votos; pero sin duda fue una derrota política para el gobierno.

En un país normal, ese asunto hubiera quedado así y el gobierno tal vez se hubiera dedicado a gobernar para todos los constituyentes. Sin embargo, viendo que tenían mayoría en la Asamblea, que controlaban todas las instituciones (inconstitucionalmente) y que se sentían dueños de los recursos petroleros del país, resolvieron adelantar una agenda para buscar esa misma transformación por la vía legislativa.
De manera que virtualmente todas las leyes promulgadas desde esa fecha apuntan a consolidar la agenda comunista del gobierno, haciendo uso pleno de todo el poder del Estado Venezolano para lograr una irreversibilidad del proceso.
Ése es el rollo.
Y ese es el rollo sin tomar en cuenta la ineficiencia e incapacidad del gobierno, el efecto devastador del haber convertido a Venezuela en narco-estado, el haber desarrollado un nivel de corrupción nunca visto en virtualmente todas las áreas de la administración pública y la grosera intervención de Cuba en todos los asuntos inherentes al Estado Venezolano.