La moral y la ética son la columna vertebral del hombre, sin ellas el ser humano es como un animal que actúa únicamente por el instinto de supervivencia, o lo que es peor por falta de ellos, el hombre se convierte en un objeto inanimado en el horizonte, como una piedra que está allí, nada más, perdiendo su condición humana. El hombre no “esta” en el universo, sus valores éticos y morales lo empujan a ser el guardián del pasado, el presente y el futuro.
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La humanidad ha experimentado etapas de extrema crueldad y violencia, en donde la rapiña era una virtud, lo mismo que la adoración a objetos inanimados y la naturaleza, el animismo y el antropomorfismo, enseñaban que los animales adquirían cualidades humanas con poderes sobrenaturales, así como a las montañas que tenían el imperio del castigo. En esos tiempos, en donde los dioses no eran imagen y semejanza del hombre, y el hombre no era imagen y semejanza de Dios los sacrificios humanos eran la norma, nuestros cuerpos no eran sagrados, por lo tanto podían ser usados como objetos de placer y fuentes de proteínas, el canibalismo y los sacrificios humanos en grupos sin moral y ética, eran ley de vida cotidiana y una virtud corrompida.
Así era por ejemplo; América, extenso y extremadamente rico continente, en donde toda su población estaba sometida a la esclavitud, a los sacrificios humanos, la prostitución, el canibalismo y las hambrunas frecuentes, no era el paraíso que intentan que creamos que fue, mucho más cuando en esos tiempos la condición humana y el respeto al hombre eran inexistentes, lo mismo que la moral y la ética. La teoría del buen salvaje, puro, honesto y libre no existía en América. El indio americano no era libre, más bien vivía en un estado de alarma y miedo constante. La introducción de la moral y ética cristiana que llegó con los conquistadores españoles y la iglesia católica a América, rescató de la barbarie al indio, y por primera vez se le otorgó la condición humana junto al concepto de libertad, comercio, propiedad privada y a la mística de Dios, del cual ellos eran copia. La mística católica que llegó a América era la más pura y desarrollada, era el catolicismo de la edad media, que forjaba hombres fuertes entregados a Dios y al prójimo. Ese misticismo, santo y poderoso fue el combustible de la reconquista, la epopeya católica y guerrera más larga la humanidad ha conocido.
Ocho siglos de guerra santa constante hasta expulsar a los musulmanes de España, una gesta dedicada a Dios. Esos místicos españoles son los que llegaron al continente Americano a evangelizar y en busca de gloria para ganar la vida eterna. Esos místicos, son los que formaron familias iniciando el bello mestizaje hispanoamericano, prohibieron las practicas salvajes del canibalismo y sacrificios humanos, fundaron ciudades, y lo más importante, introdujeron la moral y ética católica.
La moral y ética católica ha probado su eficacia y éxito, occidente no se puede explicar sin ella. Hispanoamérica española tuvo éxito mientras conservó y defendió su fundamento católico, que es su columna vertebral. A partir de las mal llamadas guerras de independencia, que en realidad fueron campanas de rapiña y guerras de secesión del Imperio Español, se introdujo la idea de secularización. El ataque fue directo contra los fundamentos de la civilización hispana; el catolicismo, minando su espíritu con el objetivo de destruir su unidad. Sin moral y ética, una civilización es imposible. El ataque contra los fundamentos del hispanismo tiene frentes internos y externos. La educación en Hispanoamérica es modernista y secular, y se aleja cada vez más de la esencia hispana, ese es un ataque interno. De fuera viene la leyenda negra contra la hispanidad, creando el mito del buen salvaje, del indio bueno, apacible y puro que habitaba América, agredido por el salvaje católico español. La maquinaria de propaganda de Hollywood por ejemplo, representa al catolicismo a través de la inquisición, El Tribunal de la Santa Inquisición, que fue un tribunal misericordioso, por ejemplo en Lima virreinal se condenó a muerte a no más de veinticinco acusados en sus tres siglos de existencia, todos foráneos, ningún indio ni mestizo, por crímenes de extrema crueldad, y previo juicio. Más personas son ejecutadas en países islámicos China y Estados Unidos. Pero se le presenta al Tribunal de la Inquisición entre tinieblas, y es un tema cotidiano de propaganda contra la hispanidad. Presentan también las tradiciones místicas católicas y sus leyes morales como anti modernas, antiguas, inservibles, como si cargar una cruz en el cuello y persignarse fuese una condena.
Es necesario, en estos tiempos de cambio de paradigma y de revolución tecnológica, entender que la fuerza de la hispanidad frente a sus enemigos son los valores éticos y morales católicos, mientras más puros, mucho mejor. Es necesario entender que el ataque al catolicismo, es el ataque a la hispanidad, con el objetivo de destruirla, de regresarla a las tinieblas pre hispánicas, y para ello han creado el indigenismo, y promueven el animismo con la adoración a la Pachamama, el animalismo antropomorfo devolverá a la humanidad a la etapa de sacrificios humanos, si es que ya no los tenemos entre nosotros con el aborto y la eutanasia, sacrificios al dios imaginario y moderno de la libertad. Son tiempos de reflexión y de cultivo de la fe.