EnglishEn octubre del 2011, el Gobierno de la presidente Cristina Fernández de Kirchner instauró el control cambiario, estableciendo un tipo de cambio máximo, con el objetivo principal de detener la caída de las reservas internacionales. Sin embargo, el resultado no fue el esperado, ya que las reservas terminaron disminuyendo de manera considerable, y además se sintió el impacto en otras variables de la economía, como la balanza comercial y el mercado cambiario.
En primera instancia, al analizar la situación de las reservas desde que la actual presidente asumió, puede observarse que las mismas se ubicaban alrededor de US$40.000 millones en mayo de 2007.
En cuanto a la evolución de las mismas, el nivel de reservas comenzó a incrementarse, hasta alcanzar un tope en febrero del 2011 que superaba los $ 52.500 millones. Sin embargo, a partir de entonces, el Gobierno comenzó a perder reservas; para la fecha en que se instauró el cepo, el nivel de las reservas era de $47.500 millones. Esta acelerada disminución obtenida por el Banco Central trajo preocupación al Gobierno y se tomó la decisión de instaurar el cepo. Para aquel entonces, el Banco Central era presidido por Mercedes Marcó del Pont.
Lamentablemente, no se lograron los resultados deseados y el nivel de reservas continuo su camino descendente. Para el 18 de noviembre de 2013, las reservas apenas superaban los $32.000 millones y Marcó del Pont era destituida de su cargo.
El reemplazo fue asumido por Juan Carlos Fábrega, con una prestigiosa carrera en el Banco Nación. Sin embargo, su mandato duró menos de un año, ya que el 1 de octubre del 2014 tuvo que dejar el cargo con un nivel de reservas que se ubicaba levemente por debajo de los $30.000 millones. Fábrega fue reemplazado por el actual presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, quien se encuentra más alineado con las ideas y políticas propuestas por el ministro de economía, Axel Kicillof.
A la fecha, el actual presidente del Banco Central logró mostrar una recuperación de las reservas, que alcanzan los $31.300 millones. Este leve repunte es mostrado por el Gobierno como un éxito. No obstante, el incremento se logra por medio de un maquillaje en los números y no de un aumento genuino de las reservas.
En primer lugar, la implementación del swap chino no es un ingreso real de dólares, ya que lo que efectivamente ingresa al país son yuanes. Si bien esto permite un ahorro en dólares, lo ideal consiste en conseguir que los dólares tengan el incentivo para entrar al país en vez de vernos forzados a negociar con un país.
Hasta ahora, el equivalente en dólares a los yuanes ingresados es de $3.114 millones Además, hay otras cuestiones a tener en cuenta: el adelanto de las cerealeras ($1.500 millones) y deuda por importaciones ya efectuadas ($5.000 millones). Como puede observarse, el incremento de las reservas es fruto de un maquillaje y no del ingreso de divisas. Si a estos números se le suman los encajes de depósitos de privados que integran en el BCRA los bancos, el nivel de reservas líquidas rondaría los US$ 11.237 millones.
Vale la pena aclarar que este último punto es muy discutible. Tal vez no entraría en la escena de la discusión si las reservas fueran más abultadas, pero al estar los activos externos desangrándose, son cuestiones que comienzan a observarse, ya que al estar encajados, no son de libre disponibilidad.
Reservas Internacionales
Millones de US$
Por otro lado, la balanza comercial también se vio perjudicada. Más aún, el año 2014 se caracterizó por mostrar el menor superávit de toda la gestión kirchnerista, fruto del cepo a las importaciones. La razón es sencilla: al restringir las importaciones también se están perjudicando las exportaciones, ya que bienes que se importan son necesarios para la fabricación de bienes en el país, que luego se exportan.
Por esa razón, tanto importaciones como exportaciones comenzaron a caer desde la implementación del cepo, perjudicando la balanza comercial, como puede observarse a continuación. Además, es de suma importancia destacar que el motivo más importante para que se caigan las exportaciones es la retención de un tercio del valor exportado que está implícito en el tipo de cambio cepo, el cual no reconoce el verdadero valor del peso.
Balanza Comercial
En millones US$
En cuanto al mercado cambiario, tanto el dólar oficial como el paralelo tuvieron un rumbo alcista, producto principalmente de la devaluación de la moneda local. El dólar oficial se devaluó 104,5% desde la instauración del cepo a la fecha, mientras el paralelo lo hizo en 189,7% en el mismo lapso.
Si bien la instauración del “dólar ahorro” y la absorción realizada por el Banco Central está conteniendo actualmente esta escalada, ya es historia conocida en Argentina que el dólar oficial (controlado) termina siguiendo al paralelo (libre).
En conclusión, la instauración del cepo cambiario tuvo como principal objetivo detener la caída de reservas, pero no pudo lograrlo, ya que desde la existencia del mismo a la fecha se han perdido US$ 16.190 millones. Además, la ineficiencia de la medida le ha costado el puesto a dos presidentes del Banco Central.
Sumado a esto, el año pasado se obtuvo el peor superávit en balanza comercial de toda la gestión kirchnerista. Por último, el mercado cambiario continuó devaluándose y la gente continúa teniendo confianza en la moneda extranjera debido a la elevada inflación de Argentina (38,4% interanual en el 2014). Hay razones más que suficientes para dar marcha atrás a esta errada medida.
Editado por Pedro García Otero